jueves, 6 de diciembre de 2018

En el cierre del año 2018



En el cierre del año, 2018
Padre al hijo
La vida para mí no ha sido tan fácil como tú a lo mejor estás creyendo, hijo amado.
He tenido que andar por toda clase de caminos: piedras, tachones, fuego, barro, arenas movedizas, aguas turbulentas, una  que otra alfombra de vez en cuando, he pisado. Volar como pájaro de alas rotas me ha tocado en la mayoría de las veces, he tenido además, que redoblar esfuerzos para no caer  y lograr lo que me he propuesto, aferrado a mis sueños, halagado eso sí, en varias  eufonías  de Francisco Zumaqué.
Me ha tocado encender una lámpara donde  ha habido oscuridad. Así que, hijo mío, todo no ha sido fácil, te repito.
Valora mis pretensiones para que tu vida que es la mía,  no sea un campo infecundo entumecido  por la nieve, porque todavía te sigo queriendo y no creo que un tal  Judas se haya ahorcado por mí, porque el poeta que vive en mí, jamás se dejará besar en la mejilla por un traidor.
Hijo mío, tienes que comprender que entre más avives el fuego más arde el leño, que la noche no solo está plena de estrellas sino de lunas, que entre más envejezco menos me quiero ver en el espejo. 
Espero, hijo mío que estas palabras no se expandan en el aire, solo para atrapar silencios, sino para aprender de memoria a liberarte de los lamentos que en algunas circunstancias te persiguen. ¡Te amo hijo mío!
Postdata: No dejes de pedirme señas de baladas cotidianas, en los años venideros.

Tito Mejía Sarmiento



lunes, 12 de noviembre de 2018

Gracias al DOMINICAL( HERALDO, 11 DE NOVIEMBRE DE 2018)

jueves, 8 de noviembre de 2018


Me estoy quedando sin tíos paternos
Por: Tito Mejía Sarmiento
Parece que ha llegado el momento en que todo se detiene y madura. Vivir es como devorar el tiempo. Mis tíos han sido lo que han hecho en su trasegar por la vida. Ninguno se ha parecido a otro, pero todos han estado cargados de humanidad y sencillez y lo más demostrable: han caído en la ternura de la mirada de alguna mujer que por su lado se les  ha atravesado, cuando la luna aún colgaba pálida sobre las aguas de un río.

La muerte-que también es meticulosa como que sigue envidiando  la colección de mis tíos-, primero se llevó al Chele, Páris, Antonio, Darío, Alfonso.  Solo me queda uno: Néstor, porque el 30 de agosto de 2018, despedimos a mi tío Gustavo Rafael Mejía Ariza, el hombre competente, decisivo  que llegó a ser alcalde de nuestro pueblo, el hombre de mirada aparentemente ruda que casi todas las noches se sentaba en la terraza de su residencia con su esposa Dora Caballero a tomar el fresco en los días de tedio y saludaba con una leve inclinación de cabeza y voz guturalmente fuerte a quienes pasaban mientras estos sonreían. El tío Gustavo que educó a todos sus hijos e hijas sin descanso, entrando y saliendo en los duros secretos de la vida en la urbe y el campo. El hombre que le decían “el manco Gustavo” sin ser manco sino cojo como si las palabras fuesen vestigios de sueños pueblerinos y no esencialmente semánticos.

Su lucha se perdió en el momento que el tiempo jugó en contra y la edad nonagenaria fue una carga inasumible. Mi tío se había hecho longevo. Demasiado para la vida. La muerte se llevó a mi tío Gustavo, pero sus recuerdos no lo matarán, así  de sencillo, por ejemplo, quien podrá olvidar aquella famosa respuesta que dio cuando fue alcalde de Santo Tomás a la pregunta de su secretario de entonces: ¿Alcalde, qué hacemos con este detenido que se robó unas reses? ¡Pues, gran pendejo, métanlo preso con el cepo hasta que se corrija!

Amigos lectores de La Urraka, me estoy quedando sin tíos paternos, extraño la vida de ellos, tal vez me esconda tras sus sombras o en el andamio   ampliamente cansado que mantiene en pie sus cuerpos que, ondearán en el aire del tiempo cada que los invoque.

¡Descansa en paz, tío Gustavo que en la otra vida,  encontrarás a lo mejor, en tu camino nuevamente con rostros idénticos a Gaspar Sarmiento, Brochero, al viejo Manuel Eusebio Molinares, tus vecinos de cochada y dominó que le pondrán voces a tus sueños al compás de una ranchera interpretada por Antonio Aguilar,  mientras las luciérnagas tendrán un par de pupilas gastadas por el aire nocturno de la calle Grande del pueblo tomasino!


domingo, 7 de octubre de 2018






¡Gracias, tía Conce, por haber vivido y por seguir viviendo en nuestros corazones!

Por: Tito Mejía Sarmiento

Gracias por enseñarnos a creer en la unión eterna de nuestra familia, en el dominio de la decencia como modo de caerle bien a las demás personas, gracias tía, por acostumbrarnos a brindar un mendrugo de pan al necesitado, gracias por deleitarnos con ese exquisito plato de conejo guisado y boronía que solías cocinar en la semana santa.

Ahora me parece verte, tía, resolviendo con una facilidad pasmosa cuanto crucigrama caía en tus manos y tu esposo el mono Bibio, tus hijos: Tomás, Arturo, Eustorgio y Renzo solo atinaban a testificar con sus cabezas.

Me parece verte todas las tardes a las seis, sentada en tu mecedora, esperando a que mi madre Eloina o tus vecinas Marlene De La Hoz, Daira Molina llegasen a tu casa para comer mangos que tanto te gustaban, para soltar tu inigualable muletilla: ¡Huéleselo a Fulanita!,¡Huéleselo a Zutanita!, y para remover la intimidad de los tiempos idos, hasta cuando la luna soltara su reverenciada luz nocturnal.

Estoy plenamente convencido, tía Conce, que todas tus acciones tendrán el resplandor de las cosas perdurables, porque hablarán de las horas, días, meses, años que viviste con delectación y por supuesto, con prosperidad. Descansa en paz, tía María Concepción.

Prohibido olvidarte, tía.

Ninguna avalancha destrozará la recordación,

así los minutos que estipulan el curso de los días

a través de la metáfora del tiempo,

consuman el acoso de las horas muertas,

y las palabras que oprimen el silencio

cuando menos las esperemos,

en las noches de las ventanas cerradas, sin querer,

deshabiten la presencia por completo con tu asombro

en una sola determinación hacia la eternidad.

Descansa en paz, amada tía de la calle Granada,

que yo seguiré en mi intimidad secando lágrimas,

a pesar de que otras consideraciones embellecen el luto

sobre la arena pisoteada cuando las oraciones santifican las alturas.

¡Adiós para siempre tía, María Concepción, la popular Conce!

En este paisaje terrenal me dejas tu sonrisa inacabable y esa extraordinaria manera de bailar cualquier ritmo, los 31 de cada diciembre. ¡Imposible no dejar caer lágrimas sobre el libro de la vida! ¡Hasta siempre, tía hermosa!¡Hasta siempre, Conce!

Tito Mejía Sarmiento, filólogo, docente y poeta colombiano.

jueves, 6 de septiembre de 2018



Elegía a mi hermano Germán Alberto Mejía Sarmiento

Imposible olvidarte, amado hermano Germán Alberto. Imposible no pronunciar tu primer apellido, precedido del adjetivo con el cual te conoció casi todo el mundo: “el loco” Mejía.
Y por qué no derramar una lágrima tras otra, cada vez que me acuerde de tus ocurrencias emocionalmente inestables, a veces irreverentes, de la inagotable admiración hacia los Idiomas extranjeros, a la lectura, a la música del Gran Combo de Puerto Rico, sobre todo esa salsa que dice: “Los zapatos de Manacho son de cartón, son de cartón, de cartón”…, al  béisbol, deporte que practicabas con calidad en la posición de cátcher y por supuesto, al poeta Gonzalo Arango, fundador del Nadaísmo.

Hablar contigo, Germán Alberto, era una fiesta, por tus charlas llenas de gracejos y humanidad, de vivencia cotidiana. No me queda otra cosa que seguir indagando  en el piélago de los versos para lograr tus recuerdos de un presente que se volverá histórico en  la querencia de los días, como “cuando recibiste el título de bachiller en la primera promoción del Colegio Oriental de Santo Tomás, y la felicidad no cabía en tu propio cuerpo y, aquellas  famosas mentadas de madre tuyas y las de tus compañeros de estudios en Filología e Idiomas: Julio Castaño, Guillermo Tedio, Federico Santodomingo, Elvira Chois, Armando Porras, cuando el profesor de Inglés en la Universidad del Atlántico, Mr. Edmunson llegaba muy puntual con sus exigencias,  a pesar de los fuertes aguaceros de octubre que caían en la ciudad. Es que es muy duro y triste, un hermano sin su hermano.

Aunque la mayoría de las veces  hayas pasado fuera de la casa familiar por tu trabajo en Codazzi o Valledupar, ciudades donde me llevaste para que yo trabajara durante 10 años en el Instpecam y tú permanecieras  por 35, en el Colegio Nacional Loperena, en la cátedra de Inglés. Aunque nos despidiéramos de un todo, Germán, llevaremos tu nombre escrito en el alma porque la pasión fraternal no tiene límites para recordarles a propios y extraños lo mucho que tú valías y seguirás valiendo así los días devoren las horas con facilidad inusitada.

¡No tengas prisa, Germán Alberto, que numerosos serán los recuerdos de este eterno viaje que ahora emprendes, como aquel navío de sed por la palabra que venía de tinta en tinta a untarse el corazón en otros mares .

¡Gracias por existir, “loco” Mejía, no importa que la luna se envuelva en los bordes de la noche con sus silencios voraces y el tiempo para muchos quiera cicatrizar las heridas aunque no se vea la ilusión cumplida! ¡Gracias por existir, hermano!
En las alforjas de tu inteligencia se van los lenguajes que dominabas: Inglés, Italiano, Francés, Español y el más reciente, Griego, que te puso a leer con una lupa, a los 75 años, como una promesa amenazada, mientras se conjugaba el aislamiento vencido por las adaptaciones que traen los años. Until we meet again, brother! ¡Hasta la vista hermano!
Tito Mejía Sarmiento, filólogo, docente y poeta colombiano.





domingo, 2 de septiembre de 2018


Gracias al Dominical de EL HERALDO de hoy, 2 de septiembre de 2018, por la publicación de uno de mis textos.

jueves, 9 de agosto de 2018

Gracias a los colegas de ADN, por el despliegue publicitario, hoy 9 de agosto de 2018, de tan importante evento para el 25 del presente mes, en el hotel 5 estrellas Atrium Plaza, a las 3 de la tarde:¡Empodérate mujer! Inscripciones al 3016161889.

viernes, 27 de julio de 2018




¡POEMARÍO 2018, todo un éxito en el INSTENALCO!
En medio de un ambiente agradable y participativo tanto de poetas internacionales: Stephan Chaumet de Francia, Daniel Díaz Mantilla de Cuba; Colombianos: Javier Naranjo, Carmen Victoria Muñoz, Gustavo Maceas, Miguel Ángel Tavera, como  estudiantes e invitados especiales, comenzó a fluir  el manantial de  versos como si su sola presencia, adjetivara la creación de una identidad y esencia distintas, este jueves 26 de julio, cuando las manecillas del reloj marcaban las 10 en punto de la mañana. 
En ese orden de ideas,  a través del dialogo creativo y reflexivo fueron apareciendo voces e inquietudes que fortalecieron la poesía que se está consumiendo en la actualidad, cumpliéndose de paso los objetivos que nos trazamos para con nuestros educandos como una buena actitud frente a la vida:
- Fomentar el interés por descubrir la belleza y el mensaje que todo buen poema encierra, desarrollando el gusto por la literatura a través de los autores y las obras más representativas.
 - Atender a las diferencias individuales de los alumnos y descubrir en ellos posibles aptitudes poéticas.
- Introducirlos, como una obviedad, en el conocimiento de los valores poéticos con que cuenta el Idioma hispano parlante.
 - Desarrollar la memoria y la imaginación “aunque alguna y no todas las veces, las respuestas resultasen una desgracia de las preguntas” como dijera el escritor y crítico literario de Francia, Maurice Blanchot.
 - Cultivar el gusto por las cosas bellas.
- Alcanzar mayor dominio en la articulación, entonación y pronunciación de las palabras, a la vez que se pule y se enriquece la expresión de los alumnos por medio de la poesía, lo mismo que a través de las demás actividades generales del lenguaje oral y escrito.
¡Nuestro eterno agradecimiento, una vez más al poeta Miguel Iriarte, pilar de este evento mundial, por la confianza depositada en nuestra institución educativa y ojalá  POEMARÍO  siga derramando sus versos en ella, así  desborde sus límites!
Además, gracias por el apoyo de Eddie Carbonell Cuentas (Rector),  Pedro Fontalvo, Atilano Pastrana (Coordinadores), Eric Maduro, Esther Barros, Omaira Pernet, Matilde Folgoso (Docentes) y por supuesto, el de  los estudiantes seleccionados de Décimo y Undécimo grados, quienes entendieron lo que se agrega por supuesta asociación literaria frente a unas miradas de perplejidad.
TITO MEJÍA SARMIENTO
Coordinador del evento

martes, 17 de julio de 2018



Imaginaria vejez de mis cómplices de palabras

El tiempo abre sus puertas de par en par,
entonces, como expulsadas por un descomunal embate,
van apareciendo una por una las personas que lleva adentro:
El primero que aparece es Ramón Molinares con sus 95 años a cuestas.
Él ahora ve la vida a bordo de sus lentes de contacto
como tratando de limpiar la afectación de sus pupilas,
él además, sabe por experiencia,
porque fue uno de los “Exiliados en Lille”,
que el cuerpo es como una página encubridora de las miradas.
Se le da por tocar casi todas las tardes,
(de 2 a 3, por recomendación de su hijo músico, Felipe),
sentado en un taburete al final de la calle Grande
de su pueblo natal, Santo Tomás, Colombia,
“El saxofón del cautivo”
que halló en un viejo baúl de la casa de sus padres,
y como si fuera poco, no ha dejado de ser
“Un hombre destinado a mentir”
que trata con afán de hallar una mujer que ame,
que no apague la luz para demostrar
que lo entrega todo con una habilidad asombrosa
y sin “Vergonzoso amor” .
Él sigue haciendo sus siestas religiosamente,
15 minutos después del almuerzo
hasta cuando un niño vecino lo despierta con la mano.
Luego a las 5 de la tarde,
Ramón se fuma un habano,
mientras espera a su hermano mimado Mario Modesto,
quien con voz baritonal repite varias veces,
entreabriendo sus brazos como si estuviese
en las “Intimidades de un proceso”: Santo Tomás,
definitivamente, es “Un pueblo sin memoria,”
y por eso, sus habitantes
no alcanzan a oír “La última pitada del tren de la felicidad”.

Pedro Conrado aún no sabe
cómo salir de una “Emboscada de silogismos”
que lo tiene atrapado como “El gato sin botas”
desde hace más de 30 años,
mientras intenta recobrar en “Contravía”
la triste “Memoria diaria de un condenado” , en "El concierto de lo pequeño" y en medio del estribillo insurrecto:
¡Dios sulfura a sus ángeles en su territorio prohibido!

Aurelio Pizarro se ve todos los días
bien temprano a las seis de la mañana,
en el “Espejo infinito”, tratando de ser el mismo soberbio de antes,
pero ya con otras facciones,
otras miradas, corazón distinto, 77 años encima;
y como si fuese uno más de los “Fantasmas de este mundo” ,
todavía se unta crema rejuvenecedora
como en la canción del regresado.

Tatiana Guardiola, a pesar de sus 73 años,
no da trabajo mirarla,
sigue siendo una bella y agraciada mujer
que le apuesta a los “Antiguos placeres”
en la obediencia de las cosas
como queriendo decir: “¡No me esperen mañana!”
en el jardín de las trinitarias bajo la luz de la luna de Acuario
porque saldré a buscar “Tinta y pinceles para mi amante ”.

Julio Lara con una alopecia abismal
y con pasos cansinos a los 82 años,
ruega todos los días como “Los Visionarios”
que Hime, la gaviota azul que conoció en 1986,
lo transporte una vez más en sus alas vencidas
en una especie de fuga sin tregua,
para que los besos no cambien de sabor.

Iván Fontalvo con su fina figura,
sintiéndose todavía a los 70 años, con la posibilidad invaluable de ganarse
como siempre, otro de los tantos premios literarios
después de “Un largo viaje” en medio de la oscuridad por “el apagón”
y haciendo jaculatorias al cielo
para que “Ojalá la guerra” no regrese jamás, luego de "Un largo viaje"

Y yo, desde luego el mismo Tito Mejía,
intentando a los 87 años,
aquietar con los arrestos primarios de un joven fisgón,
la ansiedad de la mujer amada
a través de “La suma de las noches”,
para dejarla plena en el capullo espeso
de las estrellas "De la ciudad y sus amores ajenos",
y más allá si es el caso de “El ojo ciego del planeta”.
Dicho de otra manera,
como si el dedo índice peleara con el anular
para tratar de facilitar la doble función
de señalar o descalificar lo visceral de la existencia humana
como en una “Crónica de los días”.
A pesar del correr de tantos años,
nosotros no perdemos la costumbre de ser
unos perturbados compradores de libros,
amén de citarnos dominicalmente en nuestro terruño,
para tertuliar y tomarnos una copa de vino
bajo la frondosa sombra de un árbol de mango
aunque la nostalgia nos sacuda
y, nuestras memorias de vez en cuando,
se fragmenten en medio de un temor supremamente hermoso,
mientras nos llega el largo viaje sin retorno
y que por supuesto, nos permita festejar en la otra vida,
para recobrar como es lógico, nuestros cuerpos iniciales.
Tito Mejía Sarmiento.
Filólogo, poeta y locutor de COLOMBIA. Ganador del V Concurso Nacional Metropolitano de Poesía, 2001.

lunes, 16 de julio de 2018



World Picnic los espera en el Centro Comercial Viva.¡Espacio didáctico recreativo para los niños(as) ! ¡World Picnic abre todos los días de 10 a.m. -- 9 p.m., en el Centro Comercial Viva en Barranquilla, segundo piso, frente a PepeGanga!

viernes, 6 de julio de 2018





Palabras en el matrimonio de Cinthya y Omar

¡Buenas tardes, familiares y amigos(as)!

Estimada hija, estimado yerno:

Hoy 5 de julio de 2018, cuando ustedes unen sus vidas por el lazo matrimonial civil, quiero instarlos a caminar juntos y asidos de las manos por el sendero de la felicidad. Si por algunas circunstancias, tropiezan, sepan levantarse en el acto, para que comprendan que el dolor no tiene límites ni fundamentos sino que es un giro inesperado de la cabeza hacia el vacío para convertirse en tan corto tiempo, en heredero aspirante de mejores días, es decir, en una pista de esperanzas, para que puedan de paso, mezclarse de nuevo en la batalla de la vida, eso sí, sin rendirse siquiera ante la evidencia de ese desierto terrenal que a plena luz responde por todos nosotros. ¡Qué sean como los dos colibríes que se besan en el aire sin llegar a fracturarlo a pesar de que a la caza de lunas no se les escapa la noche cuando el frío arropa la vigilia!

Omar, quiero manifestarte con la seriedad que me caracteriza que hoy te llevas una parte excepcional de mi vida, una muchacha emprendedora que no solo marca un punto de inflexión en su calzada, sino también en la mía. Por situaciones de la vida, Cynthia se ha criado siempre conmigo desde que nació, por lo que nuestra relación de padre e hija se ha desarrollado de una manera más intrínseca de que la que suele darse en otras familias, al menos hasta donde yo tengo conocimiento.

Imposible por ejemplo, no mencionar en estos instantes, cuando a sus escasos 5 meses de nacida, sus hermosos ojos negros se adormecían mientras le musitaba en sus oídos: “A la nanita nana, nanita nana, nanita ea, mi Jesús tiene sueño, bendito sea, bendito sea”, la tradicional canción de cuna, en los hilos de una noche decembrina. Vivo está el recuerdo cuando a sus 5 años le dio varicela, y ella en su inocencia me besaba en la mejilla y me abrazaba para que a mí también se me pegara, diciéndome: ¡No la quite, no la quite!..., mientras su mamá Myriam Charife se moría de la risa. Y por supuesto, vivos también están los momentos, cuando mi hermano, el médico Nelson Mejía, asesinado vilmente por la espalda cuando fungía como alcalde de Santo Tomás, el 29 de abril de 2004, frente a las instalaciones del DAS, en Barranquilla, en una ocasión me dijo que si una de mis hijas de las que vivían en el Concorde de Malambo: Jerime o Cinthya se le podían medir a vender ciruelas en plena puerta de la casa o en el colegio, porque en su finca la Juntera, la cosecha se estaba desaprovechando. Les comento que Cinthya me asintió con la cabeza sin ningún recato que ella lo haría. Desde ahí, la visioné como una chica de armas tomar para los negocios. Hoy tiene una microempresa World Picnic que viene abriendo surcos en la ciudad de Barranquilla y el departamento del Atlántico con lujo de competencia. En fin, hay muchas imágenes almacenadas en lo más profundo de mi alma acerca de mi hija Cinthya que podrían ser contadas y plasmadas en un libro de aquellas horas compartidas por ejemplo en una habitación del Concorde, de Ciudad del sol o del Tabor donde hemos vivido. Y para terminar, no puedo echar al olvido tampoco, las cartas que me escribe a mi correo cada vez que cumplo años de vida, siempre tan finas, plenas de amor como una prueba de que a veces, entre los seres humanos, en este caso: padre e hija, la poesía puede causar quimeras imborrables aunque el tiempo pase.

¡Omar, por favor, hoy delante de estas egregias personalidades, te pido en grado sumo y en nombre de tu padre, Marcos Coll Tesillo, único astro del fútbol en hacer un gol olímpico en un campeonato mundial, que quieras, respetes a mi Cinthya para el bien del consorcio familiar! Como su progenitor, debo decir ante ustedes que, caminar junto a ella llevándola cogida ahora de su brazo hacia el que será su esposo por el resto de sus vidas, es un gran honor para mí y por eso estoy emocionado hasta los tuétanos.

Cinthya, hija consentida, te llevas a un gran ser humano, joven, guapo, e inteligente que estoy completamente seguro te dará a lo mejor, lo que yo no he sabido darte por algunos entornos. Por todo eso, mi apreciado Omar, y por el incondicional amor que has manifestado hacia mi hija desde el primer día que la conociste, te estaré perpetuamente agradecido. ¡Te entrego a mi hija Cinthya, mi apreciado Omar! Y recuerda que la mujer es donde termina el hombre y en este caso, Cinthya es tu esposa, pero seguirá siendo mi hija. ¡Qué el Todopoderoso los acompañe en este lazo matrimonial civil desde hoy y siempre al lado de los hijos(as) que deseen tener y que brille en cada uno de sus ojos el arcoíris de la felicidad!

Por el cumplimiento de este deseo les pido a todos ustedes, familiares y amigos(as), que brindemos por esta pareja.

Tito Mejía Sarmiento, filólogo, locutor y poeta de Colombia.

Barranquilla, Movich Buró 51 B., 5 de julio de 2018.







viernes, 8 de junio de 2018







Cada vez que dejo a Valledupar, seco lágrimas de despedida
Por Tito Mejía Sarmiento

Con sobrada razón e inmensa alegría, cada vez que le pregunto por Valledupar, al gran colega periodista, escritor y relator deportivo, Andrés Salcedo González me canturrea con su educada voz, la primera estrofa de la canción que le compuso y que convirtiera en un clásico de la música tropical, el artista de Juan Piña: “Valledupar, edénico lugar que brilla bajo el cielo de la tierra mía. El corazón no puede soportar el tremendo dolor que da tu lejanía. Valledupar, el corazón confía a tus paisajes volver algún día. Valledupar coqueta y vanidosa. Yo volveré para cortar tus rosas”.

Y yo también, volví, después de 15 años, el 2 de junio de 2017, a raíz de una invitación que me hiciera el reconocido locutor de la Reina Estéreo en Barranquilla, Ricardo Peñaloza, con motivo del lanzamiento del nuevo trabajado discográfico del artista de música vallenata, Silvestre Dangond, quien entre otras cosas, demostró su excelente calidad interpretativa y carisma por más de dos horas en el escenario del parque de la Vallenata, que lo convierten sin discusión actualmente, y sin ánimo de herir susceptibilidades, en el mejor exponente de este género musical.

Quiero manifestar que ya antes había estado trabajando en la ciudad de los Santos Reyes, entre 1977 y 1985, como docente de Filología e Idiomas, en reconocidas instituciones (Instpecam, Loperena, Liceo Bolívar, Santa fe, Alfonso López) y locutor en Radio Reloj y la desaparecida Ondas de Macondo.
Después volví en 2005, ansiosamente para gozarme en pleno el Festival Vallenato que ganara Juan José Granados, y lo hago cada vez que quiero porque la belleza de la tierra del Cacique Upar siempre tiene una gran valía. El que llega allá necesita de un inmenso silencio como una especie de espejo vacío para que lo cope toda palabra bien adjetivada.

Valledupar es una ciudad muy atractiva, dinámica, bien planificada con unos paradisíacos lugares donde el turista no se cansa de escoger y, lo único quizás que permanece quieto es el inmenso calor que hace las 24 horas, por la escasa oscilación térmica anual. En esa geografía nacional, usted está a salvo por la hospitalidad de sus habitantes. La mujer vallenata, por ejemplo, ama tanto con el corazón que el grifo gotea constantemente aunque permanezca cerrado, mientras se respira una melancólica canción de ausencias atiborrada de misterios o por el delirio de los estados de ánimos en el sentido más preciso de las cosas.

Cada vez que dejo al Valle seco lágrimas de despedida, por eso regresaré lo más pronto posible, porque parodiando al maestro, Andrés Salcedo González, mi corazón no puede soportar el tremendo dolor que da su lejanía”. Pregúntenle al sociólogo Pedro Conrado, a su hijo Roberto, a mi hijo menor Ralson Mejía Berdugo, compañeros de esta aventura quienes al unísono manifestaron que Valledupar es la más alegre manifestación de lo sucesivo. ¡Si no ha ido a Valledupar, hágalo hoy mismo, allí los deseos se cristalizan!

jueves, 10 de mayo de 2018


Dirceu Darío Carrillo Caballero

El alma de la mayoría de los moradores de la Urbanización Universal, Primera Etapa de Barranquilla, está inmensamente dolida por el lamentable fallecimiento de Dirceu Darío Carrillo Caballero, ocurrido en la mañana del miércoles 9 de mayo de 2018, en la vía que conduce a Palomino, Guajira.
Sabemos que todos tenemos que morir, solo que algunas veces puede ser más triste, más pronto como en el caso de este joven tecnólogo de profesión egresado del Sena, Barranquilla e Itsa de Soledad.

No quiero imaginarme como estará su padre, Humberto Carrillo o qué pensará su progenitora Martha Caballero, en estos momentos que sin lugar a dudas se eternizarán de padecimiento a partir de hoy. Enseguida me acuerdo del escritor y neurólogo Austriaco  Sigmund Freud, en la carta a Luis Binswanger, psiquiatra Suizo, escrita a raíz de la muerte de un hijo de éste, dice: “Sabemos que el agudo dolor que sentimos después de una pérdida semejante llegará a su fin, pero permaneceremos inconsolables y nunca encontraremos un sustituto”. Todo eso, porque la muerte transporta a los familiares a una crisis transcendental profunda que solo será superada con los hermosos recuerdos y emociones de Dirceu.
Por ejemplo, de mi mente jamás se  borrará, cuando él llegaba a mi residencia casi todas las noches para  que le explicara un trabajo de Inglés y yo le “mamaba gallo” cuando pronunciaba ciertas oraciones con su voz casi siempre velada de gruñidos. 

Tampoco olvidaré, cuando me decía que lo llevara a los estudios de Tropicana Estéreo, para ver en directo cómo yo  hacía el programa “El Concierto de la Salsa”, en el horario de seis a nueve de la noche de lunes a viernes. Dirceu, sin temor a equivocarme, era uno de los jóvenes en Colombia, que más conocimientos tenía del género Salsa, amén de una voluminosa discoteca  que cuidaba con sumo recelo.

Y también, en este banco de recuerdos, vivo está Dirceu, motivando anualmente los campeonatos de béisbol y fútbol inter barrios, en varias categorías, siempre mostrando su inimitable humildad acompañada de su infinita sonrisa. Yo siempre le decía que él era el dueño del corazón del barrio, porque siempre aparecía sonriendo en las fotografías.

¡Hasta siempre adolescente amigo, que una parte tuya quedará cautiva para siempre en nuestros corazones y jamás la deformará el olvido!
Un abrazo solidario, en nombre de los moradores de nuestra Urbanización, a todos sus familiares.
Tito Mejía Sarmiento, docente, locutor, poeta (Colombia).



domingo, 22 de abril de 2018

Petro, el fenómeno político del momento en Colombia


Petro, el fenómeno político del momento en Colombia
Por Tito Mejía Sarmiento
He oficiado en más de tres ocasiones en calidad de maestro de ceremonias, en algunas plazas del Caribe Colombiano donde se ha presentado el aspirante a la presidencia de Colombia, Gustavo Petro Urrego y, el lleno sin hiperbolizar, ha sido impresionante, amén de la admiración y respeto que se le está profesando, lo que hace pensar que será el próximo presidente de Colombia.
Personas de todas las edades y diferentes  estratos sociales permanecen por más de siete horas escuchando las propuestas del candidato de Colombia Humana.
Petro pretende cambiar para el bien de todos (as)  el modelo extractivista y de retirar modelos económicos sustentados en la extracción de petróleo y carbón, para cambiarla por políticas agrícolas. Además, el fortalecimiento de lo público lo sustenta en la organización de la institucionalidad por medio de la educación pública, y la descentralización burocrática.
El candidato nacido en Ciénaga de Oro, Córdoba, Gustavo Petro, insiste en que pondrá en marcha las reformas para alcanzar una paz definitiva con equidad y libertad, reduciendo las distintas formas de desigualdad y de discriminación social. Para ello, implementará un nuevo pacto social y político, con amplia participación de todos los sectores, para superar definitivamente la guerra, para edificar una justicia autónoma y al alcance de la gente, para vencer la corrupción y procurar el buen vivir de los ciudadanos(as).
El candidato que se ha convertido en el fenómeno político en nuestro país, dice que implementará cambios profundos en el modelo económico, a fin de enfrentar la crisis ambiental. Dinamizará la economía mediante el fortalecimiento de la agricultura, la reindustrialización de sectores estratégicos, la transición hacia energías sustentables y la generación de cambio tecnológico. Petro arguye que es urgente superar el extractivismo que, acompañado de la tercerización de los sectores financiero, de transporte y de servicios, ha llevado al deterioro del aparato productivo, industrial y agropecuario nacional, provocando devastación ambiental, pobreza e inequidad".
Petro ha insistido en que hará de nuestro país un territorio socialmente justo, ambientalmente sano, sustentablemente productivo, con una población que confía en sus instituciones y participa efectivamente en el fortalecimiento de la democracia y de lo público. Su gobierno, entre otras cosas, se orientará hacia la garantía plena de derechos y hacia el reconocimiento de nuestra diversidad poblacional, social y cultural. En esa vía, Gustavo Petro garantizará el derecho fundamental a la salud de manera universal y equitativa y a la educación de calidad, pluralista, universal y gratuita.
Petro sigue llenando plazas, lo que lo convierte en el fenómeno político del momento en Colombia, y por supuesto en el más seguro presidente de los Colombianos.

miércoles, 11 de abril de 2018




Hoy miércoles 11 de abril de 2018, cumple siete años de haber fallecido, mi padre César Eurípides Mejía Pizarro a la edad de 93.

Me parece aún verlo sentado en la silla de ruedas, diciéndome: ¡Me voy a morir sin saber quién mató a mi hijo Nelson Ricardo!

Mi hermoso viejo tenía una lucidez extraordinaria hasta en los últimos segundos de su vida! ¡Por algo hablaba tres (3) idiomas y leía todo tipo de novelas!

Además, lo recuerdo sentado bajo la sombra del perfumado tamarindo en el patio de la vieja casa del pueblo, al lado de mi madre Eloina, también fallecida en abril, tratando de jugar múltiple veces a cautivar un beso hasta cuando el último rescoldo de la destartalada hornilla se esfumara con el alba.

Creo verlo, reseñando en su libreta de apuntes con un agrado superlativo sobre el zarandeo del tiempo, el primer aguacero de cada año.

Vivo está el recuerdo en mi mente, cuando se paraba frente al espejo para peinarse y verse así mismo su abultada e infinita plateada cabellera.

Prohibido olvidar los instantes cuando mi viejo querido trataba de dormir a uno de sus nietos en sus piernas, silbando la famosa canción “El chupaflor” de Alejandro Durán, al filo de una encrespada madrugada de octubre.

A veces, viejo amado, sueño otra vez con ser el niño que tú mandabas a regar casi todas las tardes a las cinco en punto, el jardín para ver crecer el carnaval de mariposas en derredor de una flor abierta, cuya bondad nunca se extinguía ni con la tersa mirada de la noche.

Ahora más que nunca sé que en medio de los recuerdos emergen los días desde aquellos ojos negros bien tuyos para los míos, y tu cara me parece ser el espejo que reconoce la mía, amado viejo.

¡Si tú supieras cuánta falta me haces, padre mío!

Tito Mejía Sarmiento

jueves, 8 de marzo de 2018

¡Maldito Alzhéimer, aléjate ya de mi familia, por favor!


¡Maldito Alzhéimer, aléjate ya de mi familia, por favor!
Por Tito Mejía Sarmiento
Desde hace más de tres décadas esta degenerativa enfermedad ha golpeado y llevado a la tumba a más de 15 miembros de mi familia tanto paternal como maternal y lo más sorprendente, es que todavía no quiere desprenderse de nuestro seno familiar. ¡Lo sigue succionando cuan láctico es!
El más reciente caso es el de mi tío Néstor Mejía Pizarro, un hombre ilustrado en toda la extensión de la palabra: ingeniero forestal, abogado, políglota y  escritor, quien en una de esas noches de diciembre del año  2017, se acostó leyendo un libro, cuyo título sus hijos e hijas no quieren recordar y al día siguiente, se levantó bajo un carnaval de sonrisas que hasta ahora no ha podido domar ningún especialista en Neurología... Mi tío Néstor permanece obnubilado por el Alzhéimer, sonriéndole a su nueva forma de vida. Otro caso es el de mi hermana Bertha Mejía Sarmiento, quien desde hace año y medio se baña en el piélago de este, hasta ahora incurable padecimiento.
En estas noches de frío que rila el alma, te manifiesto, maldito Alzhéimer, que conmigo sí te vas a joder porque mis neuronas están fortalecidas no por la raíz de mi madre, quien también atontaste y mataste sino por la de mi padre César Eurípides Mejía Pizarro, quien vivió 96 años con una lucidez superlativa envidiable.
Sin embargo, escarbo el viento en el boscaje de las sábanas como una fracción del enigma en el pendulante cielo agazapado de mi memoria, y te digo con vehemencia que te alejes de mi familia.
Soy uno de los  sobrevivientes al que no va a hacer fácil tocar a su puerta, me cuido,  pero como es lógico sigo con mis miedos aglutinados en esta espaciosa  jungla de la memoria que devora. ¡Vete maldito Alzhéimer!, que aunque gima en el aire el profundo dolor de los misterios, un familiar arrodillado en casa, no dejará de hacer sus jaculatorias al cielo para que cese tu acoso de fuego, fuego que arde en medio de la lerda ansiedad encarcelada de  silencios, mientras la luna hace su paseo desprevenida sin verbalizar una frase.
¡Aléjate ya, te lo ruego mientras llenamos el vacío de las palabras olvidadas!
Vete ya, porque el tiempo al fin y al cabo no borrará las huellas de los nuestros, aunque surquen las horas y concibamos un dolor diferente al de los  Griegos, quienes con su último muerto bañaban  en las profundidades del Lethe,  uno de los cinco ríos del mundo subterráneo,  para olvidar todos los recuerdos terrenales y, en donde las palabras se tejían sobre las propias cenizas, mientras los trastos de la aurora  se insinuaban  como una esfera extrañada de la realidad mitológica.

¡Aléjate, aléjate ya, maldito Alzhéimer de mi familia!

° El Alzheimer (al-SAI-mer) es una enfermedad cerebral que causa problemas con la memoria, la forma de pensar y el carácter o la manera de comportarse. Esta enfermedad no es una forma normal del envejecimiento.
El Alzheimer es la forma más común de la demencia. Demencia es un término general para describir la pérdida de memoria y de otras habilidades intelectuales y es tan severa que interfiere con la vida cotidiana del individuo. El Alzheimer representa del 60 al 80 por ciento de los casos de la demencia.





jueves, 1 de febrero de 2018



¡Lupita, la perrita Chihuahua de corazón grande!

Por Tito Mejía Sarmiento


El 13 de agosto del año 2005, en medio de una inesperada brisa glotona de las ocho en punto de la noche que, intentaba penetrar en la casa cada vez que abríamos puertas y ventanas, Jerime, una de mis hijas se presentó con un bolso amarillo de cuyo interior salía un timorato gemido. De inmediato, le pregunte qué había ahí, y ella con recelo al ver mi ceño fruncido, respondió que una perrita chihuahua que le había regalado la famosa cosmetóloga y esteticista barranquillera, Magaly Vergara.


Al comienzo, manifiesto con sinceridad que no estuve de acuerdo con la traída de Lupita a casa, ese fue el nombre con el cual fue bautizada por Jerime, pero con el correr de los días, Lupita empezó a ganarse no solo el cariño mío sino de toda la familia. Es decir, se convirtió en la dueña y consentida de la casa por su inteligencia sui géneris, devoción, bondad, enormes ojos y por supuesto, su arrollador carisma canino. Amén de su estado de alerta y tamaño que entre otras cosas, la hicieron rápidamente adaptable a una variedad de ambientes en derredor de la casa, a pesar de su fragilidad física.



Todos en nuestro hogar, teníamos que ver con el cuidado y cariño de Lupita, tanto es así que cada miembro de la familia, la llamaba de distintas maneras y ella acudía con inusitada atención a la respectiva solicitud, por ejemplo, Myriam le decía: “Guadalupe del Cristo”, mi otra hija Cinthya le redujo su nombre en “Pita” y yo, “Kunderito de papá”. De cualquier forma, Lupita centró toda su devoción precisamente en Jerime, su verdadera ama, la que todos los días, la bañaba, le daba de comer, la sacaba a caminar, la dormía, la pechichaba, la socializó cabalmente o para decirlo mejor de otra manera, le estableció una fábrica de amor porque sabía que la raza chihuahua tiende a tener una naturaleza de clanes, prefiriendo la compañía de otros chihuahuas y no de personas, pero mi hija Jerime con el paso del tiempo se convirtió en su compañera fiel, así la luna tratara de derramar más casi todas las noches, su luz color de viejo saxofón a través de la ventana del primer cuarto y unos carpines dorados del acuario de la sala, burbujearan sin descanso sus policrómicos líquidos.



Lupita llegó a conocer con toda su documentación canina en regla, gracias a su dueña Jerime, varias ciudades de la Costa Caribe, del interior del país, incluso traspasó las fronteras hasta Ureña, en la República Bolivariana de Venezuela para una época decembrina. Pero como dice un verso del poeta Pablo Antonio Cuadra: “… la muerte desde los tiempos antiguos ronda con un nuevo silencio y con un nuevo dolor”, nuestra Lupita, la perrita chihuahua de corazón grande, murió producto de los achaques de su edad, ciega y lastimosamente de una caída que se dio cuando nadie estaba en casa, a pesar de los ingentes esfuerzos de los veterinarios por salvar su vida, el 16 de enero de 2018, dejándonos en el alma una persistente nostalgia sobre todo en cada una de las veladas del ocaso.


Tito Mejía Sarmiento, poeta, locutor y docente Colombiano

viernes, 19 de enero de 2018



Poema de Tito Mejía Sarmiento (Del libro" De la ciudad y sus amores ")

El poeta flaco de la esquina azul

Soy el poeta flaco de la esquina azul,
el mismo ciudadano al que en el alma
se le maduran los deseos,
amante de la soledad que bellamente
germina en todo su cuerpo.
Estoy a un metro con 87 centímetros
sobre el nivel del mar.
(Soy una ola que se levanta a las cuatro de la mañana).
Escribo versos de contenido erótico, proyectiles
que me hacen encontrar
el lado luminoso de la vida,
un poco más allá de la oleada de tejados o del escarnio
público,
esa máscara que se porta con delicia
y que pierde hasta el último vestigio de la ira.
Soy el poeta flaco de la esquina azul,
la bestia perfecta que secretamente
se sumerge en el espejo bien temprano sin herirle,
antes de irse a intercambiar memorias de mediodía
con los amigos de cátedra que, fieles
a sus dogmas, terminan haciendo el trágico papel
de hombres sabios.
Soy el poeta flaco de la esquina azul,
amo a mis padres más que a nadie,
amo a mis hijos más que a nadie,
amo a mis hermanos más que a nadie,


el mismo que ha amado a más de mil mujeres
y las ha sabido olfatear más allá de su ropa interior.
Soy también el que ríe, sufre y llora,
y sabe perfectamente que sólo somos
un préstamo del tiempo atado a los semáforos de la vida.
Amo a las urbes, no sé de dónde me viene esa costumbre,
y sus noches pobladas de versos que transitan por las alcobas
donde precisamente no se pierde ni un detalle
del orgullo inconcebible
y se crea el cauce perfecto
que se amolda a la piel de los amantes.
Soy el poeta flaco de la esquina azul,
el que tiene los pies bien puestos sobre la tierra
—a pesar de que muchas veces hablo solo—
y además, gran amigo de los perros
que defienden su territorio alrededor de la bazofia.
Quiero decirles que me cuesta mucho separar
la vigilia de los sueños de colosal memoria
mientras mutilo la luz de los primeros retazos del día.
Vivo en la cima del ahora,
sin mentiras, sin miedos transparentes
y sin olvidar el pasado
que me ha ayudado a vivir,
a sentir que existo y lo que soy:
El poeta flaco de la esquina azul.

miércoles, 3 de enero de 2018





¡Gustavo Petro, el triunfo de la esperanza!
Por Tito Mejía Sarmiento
Con la llegada de este nuevo año 2018, manifiesto públicamente que  votaré en las elecciones presidenciales por Gustavo Francisco Petro Urrego, (Oriundo de Ciénaga de OroCórdoba19 de abril de 1960).

Pienso sin temor a equivocarme que, este destacado político y economista colombiano, egresado de la Universidad Externado de Colombia, es el mejor candidato para este momento coyuntural por el que está vadeando  el país ya que los otros son “cucarachas del mismo calabazo” como decimos popularmente en la Costa Caribe.

Los enemigos de la ultraderecha con su maquinaria política lo han querido derrumbar inventándole cuanta porquería se les ha ocurrido en sus cabezas mefistofélicas, pero no han salido victoriosos porque Petro siempre  ha demostrado  su inocencia, pulcritud  y seriedad por encima de cualquiera trapisonda…

Quiero decirles amables lectores, que nunca  he cruzado palabras por teléfono  con Petro, ni lo conozco personalmente, pero  he seguido de cerca  su  trayectoria política desde hace más de dos décadas. Su calidad humana no tiene discusión y su inteligencia es reconocida no sólo en Colombia sino en el exterior por propios y extraños.

Tengo conocimiento que desde temprana edad vivió en  Zipaquirá, donde ocupó diversos cargos públicos. En su juventud fue parte de la guerrilla del M-19.  Además, entre 1990 y 1991, fue asesor de la Gobernación de Cundinamarca. Junto a otros desmovilizados del proceso de paz, Petro fue cofundador del partido político Alianza Democrática M-19, movimiento que participó en la Asamblea Nacional Constituyente de 1991 y, en consecuencia, influyó en la redacción de la Carta Magna. Con el apoyo del M19, llegó también a la Cámara de Representantes en 1991, por Cundinamarca. En 1994, aspiró a ser reelegido en la Cámara pero no alcanza suficientes votos.

Posteriormente, Petro fue amenazado de muerte y decide abandonar el país; es nombrado agregado diplomático  en Bruselas por el gobierno de Ernesto Samper, viajó a Bélgica junto a su familia; del mismo modo, otros ex-combatientes del M-19 fueron nombrados en embajadas europeas; Petro renunció a este cargo en 1996.
Petro fue   elegido en las elecciones legislativas en el país, entre ellas la de Senador de la República por el Polo Democrático Alternativo, cargo al que accedió en las elecciones del 2006, con la segunda mayor votación del país. En el año 2009, tuvo que renunciar  de su cargo para aspirar a la Presidencia de Colombia, en las elecciones del 2010, en representación de la misma colectividad.
Tras inconvenientes y diferencias ideológicas con los líderes del Polo Democrático Alternativo, abdicó a la colectividad y fundó entonces el movimiento Progresistas, para competir  por la alcaldía de Bogotá. El 30 de octubre de 2011, fue elegido Alcalde Mayor de Bogotá en las elecciones locales de la ciudad, cargo que asumió el 1 de enero de 2012.

Les recuerdo que gracias a Petro, muchos políticos corruptos, paramilitares, llámense senadores, representantes a la cámara, gobernadores, diputados, alcaldes, concejales están en la cárcel ya que  tuvo el valor civil de cantarle la verdad con pruebas fehacientes  en sus propias caras sin en el más mínimo asombro de miedo. Petro denunció la presunta infiltración paramilitar en la Fiscalía General de la Nación durante la gestión de Luis Camilo  Osorio.
Invito, pues, a mis queridos lectores que voten por Petro y no  por aquellos que  con un cinismo ciclópeo (porque después de pertenecer a los partidos políticos que han mancillado durante largos años a los habitantes de la nación, verbo y gracia, liberalismo, conservatismo, Centro Democrático, Cambio Radical, Partido de La U., recolectaron “las firmas necesarias para respaldar sus aspiraciones presidenciales”. Es decir, otra trampa mortal para nosotros. Bien lo dijo el columnista Felipe Morales Mogollón que “la proliferación de esas candidaturas deja en evidencia que no necesariamente se trata de una alternativa democrática, sino, por el contrario, una forma de pasarse por la faja la normatividad, la ley…”
La gran mayoría de los colombianos conoce hasta la saciedad que los partidos tradicionales están sobreviviendo desde varios años gracias a la burocracia, corrupción, al manejo de las famosas mermeladas, pero ya dejan mucho que desear como partidos desde el aspecto ideológico y organizativo. Entonces, llegó el momento de votar masivamente  por Gustavo Petro Urrego, el triunfo de la esperanza.
Tito Mejía Sarmiento - Filólogo, poeta y locutor