miércoles, 11 de noviembre de 2009

DOS POEMAS INÉDITOS DE TITO MEJIA SARMIENTO

LA MUJER DEL MARINERO


“Amo el amor de los marineros que besan y se van. Dejan una promesa, no vuelven nunca más”.

Pablo Neruda


Desde hace tres años, los sábados por la tarde, Cleo, la mujer del marinero, va al puerto con toda la paciencia del caso por si llegan noticias de su amado, aquel mulato de ojos negros que después de cada jornada, la hacía derretir con los impulsos posesos de su filoso arpón mientras ella maullaba, maullaba como gata salvaje para calmar su sed de amor hasta las primeras horas de la madrugada, y luego, quedaba como mansa gaviota entre sus gruesos brazos de marinero encendido, dormida más allá de las estrellas naufragadas de Itaca. Hoy, sobre las latitudes de su memoria, se funden océanos de ansiedad que se bifurcan en los planetas de su cuerpo, cuando las sirenas convocan otro puerto con su rumor de agua y los farallones recortan la sed de tanta espera.



EN ESA HAMACA COLOR CAFÉ
“No importa que las luces queden encendidas, ya no somos visibles”
Abilio Estévez


En esa hamaca color café,
la amé tantas veces
que llegué a creer que nuestra relación jamás se acabaría.
Los orgasmos estaban a la orden del día
en ese tálamo hirviente de aventuras
donde nos deslizábamos fácilmente
con el tono izado de cada pretensión en un vuelo sin alas.
En esa hamaca color café,
besé con calma y complicidad sus labios inéditos
y de la línea gruesa de su virgen sombra,
me adueñé definitivamente en aquel verano abisal y callado del 97.
En esa hamaca color café,
me volvió loco, la mujer
que un sin número de veces me decía
que yo solo existía para su cuerpo.
Pero todo es memoria, piel de mi propio presente,
especie de sosiego
o el mismo sol que nutre mis días
en las ruinas ancestrales
que logran cruzarse en la perdurable soledad del espacio.
En esa hamaca color café
que cuelga en las trenzas del viejo olivo,
columpio hoy el misterio de los sueños para siempre.

TITO MEJIA SARMIENTO

miércoles, 14 de octubre de 2009

POETA ANTE EL ESPEJO

EL POETA ANTE EL ESPEJO
-Yo también amé
a una mujer ante el espejo-,
me dijo un día el poeta.
-Y sentí, sin decir mentiras,
que me transformé de paso en un hombre
que jugó a descubrir la vida
para que jamás lo atraparan.

Ante el espejo,
el seno de la mujer que amé
se hizo más donativo, más ardiente,
su ofrenda más abierta,
y ese acto definitivamente
enloqueció entonces
a mi musa de fuego que atravesó
su musgo enrojecido
a una cuarta de su ombligo,
y emanó con fuerza en sus adentros,
su color turgente
mientras yo, callado muy callado,
seguía contemplando mis propios ojos
ante el espejo,
sus parpadeos de corzas,
y la felicidad perlada que iluminaba para ambos
mientras ella,
se hacía primavera en mis labios cautivamente -.
TITO MEJIA SARMIENTO

NUEVOS POEMAS ERÓTICOS DE TITO MEJIA SARMIENTO

Hoy cumple 66 años la soledad

“A todas las meretrices del mundo que lo dieron todo,
y jubilación no tuvieron”
T.M.S.
Esa mujer que ves ahora,expectativa fue de una épocadonde anidaba la alegría,
corporal instante de materia encendida.Tan supremamente hermosa era,que muchos quedábamos atrapados
en su devorante lecho,
mientras la historia pasaba por nosotros
como toda una soberana .Esa mujer que ves ahora,
fue la meretriz lujosa de la comarca,arrogante a veces,
círculo vicioso
al momento del cobro.

Esa mujer que ves,
silueta etérea,
cascada sin agua,
y que le han crecido arrugas
en los labios más nobles,
le conozco bien,
bregó con los agravios y pecados,y de paso, se lavó las manos en silencioen el barranco azul de sus pupilas.

Esa mujer,
le conozco bien,
ahora, recorre las calles del silencio
en busca quizás,
del milagroso cristal de Murano,
que le haga redimir las ansias
que los milenios le han cerrado,
y hoy vaga como puta,
sin amor,
sin nada,
alimentada de una soledad terminalbajo un turbado bostezo de inquietud.

TITO MEJIA SARMIENTO

MAGIA
Tengo la vara
que me abre el camino
donde empieza tu desorden
de hembra sedienta y repetible.
Allí, donde todo lo dinamitas
con exactitud y de acuerdo a las circunstancias
cuando se viene la noche
o cuando la brisa se detiene para lavar su manto,
indagando de paso
los motivos de los orgasmos infinitos
y después encantada me dices “alabado seas, amor”
hasta cuando te quedas dormida
en el sueño más profundo de todos los deseos,
y yo me quedo entonces,
pensando en la magia que siempre te hechiza
y que de cualquier manera,
de ella te dejas arrastrarcon la misma fascinación de mi propia fantasía.
TITO MEJIA SARMIENTO









CONCUBINA


Con una cuerdame ató a la cabecera de la cama
mientras caía una pertinaz lluvia
aquel cinco de septiembre
del año 2004 en los extramuros de la ciudad.
Con la sed del esclavo encubridor
me dejé arrastrar
por sus ansias de mujer felina.Inundó primero,
con toda la fuerza de su boca,mi perpleja daga,
que se endurecía eclipsada
en cada arremetida
por el giratorio cursor
en la proa de sus gruesos labios.

Noté enseguida con suma facilidad,
que la felicidad cabía en sus ojos
cuando yo succionaba incómodamente
como animal atrapado en su red,
la sombra de sus orondos senos
que parecían explotar
anulando la esencia de las cosas sacras,
y que hasta ese momento habíamos conservado.

No pasaron veinte minutos,
cuando hizo derramar mi simiente
sobre la hermosura de su cara,
que ahora daba la impresión
de una muñeca vestida de nieve.

Le pedía que me soltara,
que esto era cosa de dos,
pero hacía caso omiso,
argumentándome,
que se sentía como la concubina de un emperador,
y era precisamente eso: una concubina.
Entonces, abrió con los dedos
en toda su extensión,
el surco de su radiante y poblada noche,
y sin titubear, se metió en mí
hasta el sol de hoy,
desatando la más afanosa tormenta
que jamás dos cuerpos tendidos
en un área no proporcional
a sus confines
hayan experimentado,
para atarse en el mismo punto.

TITO MEJIA SARMIENTO









AFINIDAD


El serpentino ritmo
de tus caderas me acelera.
Mi sexo
se abisma más y más
en la adolescente isla de tu piel.
Entonces,
yo con el gemido de voraz amante,
diluvio una, diluvio dos, diluvio tres veces.
Y tú,
te quedas sin voz
al intentar pronunciar
mi nombre de fondo cómplice,
una, dos veces, también crecida,
en la acústica intemperie.
TITO MEJIA SARMIENTO









SEPTUAGENARIO

.
…Y la quietud clama por nacer
Dina Posada

-Levántate y anda
monstruo placentero-
le escuché decir
a aquella morena mujer
de casi dos metros de estatura,
quien sacada como de una caldera de Vulcano
daba vueltas completamente desnuda
por toda la alcoba, desesperada.
-Siento estar tratando de levantar
algo que a lo mejor
ya está al otro lado del abismo-
continuó diciendo,
aumentando su desconcierto
y el tono de su grave voz.
Ella, con lengua bajante insistía, insistía;
pero el tiempo con sus ataques
había roto las memorias
de aquel hombre
que ahora vestido de pudor y nostalgia,
velaba y callaba por su propia impotencia,
y además, creía tener ahora más miedo,
que la gente leyera
y releyera este poema donde
consta la verdad de su flaqueza,
a pesar de haberme pedido
que ocultara su identidad
por encima de toda perturbación.
Creo que, a estas alturas,
(diez años después)
ni el lienzo de preguntas que de la boca
(descarga carnal )
de aquella hermosa mujer salían,
ni el soplo alentador de Orión,
ni todo el psicoanálisis de Freud,
podrían sacar el temor encerrado
en aquel profeta que había perdido su realidad
entre tantas cuentas vencidas
y que hoy forman una dársena cada vez más profunda
cuando el amor se convierte en hembra.
TITO MEJIA SARMIENTO

martes, 15 de septiembre de 2009

Palabras el día del lanzamiento en LA CUEVA
EL TURPIAL NELSON MEJIA, NOVELA UNIVERSAL EN LAS CALLES ÍNTIMAS DE SANTO TOMAS

Por Tito Mejía Sarmiento

Manifiesto con toda sinceridad que leí en dos ocasiones la novela de Roberto Sarmiento Fontalvo. La primera vez, con los ojos del hermano y, confieso que me pareció buena. Después, con los ojos del crítico, poeta y me pareció excelentísima.

Esta novela-testimonio no es expresamente la segunda parte de otra que también circula en el imaginario colectivo de Santo Tomás, a pesar de que en ella implícitamente coinciden el personaje principal Nelson Mejía Sarmiento o mejor el turpial que, en esta oportunidad y con el mismo universo histórico de base, la gente de Marquetalia “aclama con un fervor que no tiene fronteras, corroborándose en ese entonces como el máximo líder del pueblo y cuya muerte llevó a sus habitantes a la ira y al acto irracional y turbulento de prenderle fuego a la casa de un opositor político y a la alcaldía, quemando de paso todos sus archivos que contenían la historia de la administración pública de la municipalidad”(página 64), sino la novela protesta para llamarla de alguna manera que se mueve entre dos bandos totalmente opuestos para conseguir un propósito en una sociedad anestesiada.

Magistralmente, y como si se tratara de un narrador experimentado, Roberto Sarmiento Fontalvo, nos presenta una novela con una inspiración basada en múltiples modelos, unos más próximos a la realidad con visiones rigurosas, frente a otras que se basan en fórmulas estereotipadas, y lo hace justamente, para no caer en el payasísimo papel de la realidad del cual Milan Kundera muchas veces nos previno.
Es decir, el narrador trata con una dinámica y alcance bien serios, a todos sus personajes con que la vida les actuó, y les actúa porque muchos de ellos como es el caso de doña Rosario, don Juventino, Emeregilda, entre otros, aún sobreviven en un piélago de ficción llamado Realismo, con sus propias experiencias contundentes a cuesta, y con el síndrome de no poder atestiguar jamás que algo grave sucedió (el asesinato del turpial NELSON MEJIA), tal como lo registra la conciencia histórica de la novela, amén de la intimidación de la identidad de uno mismo y de los otros en un país donde la violencia es un acto consuetudinario a toda prueba, lo que los entendidos denominan como una utopía de la infracción.

Luego de estos referentes, puedo añadir que en la narrativa de Sarmiento Fontalvo confluye alquímicamente el tema erótico: “Revisó los interiores con extremado pudor y los sintió húmedos por el fuerte calor.Luego sonrió con satisfacción al ver su cuerpo esbelto que seguramente habría seducido y encantado con locura a NELSON”… (Páginas 143, 144, 145,146).
Por otra parte, mana el punto de vista del autor sobre el discurso, se da la focalización en el asunto. El tiempo narrativo se inmiscuye con la confabulación. Es decir, el estilo de Roberto Sarmiento va alcanzando “un corpus” que lo va identificando, aunque claro, lo del estilo es paulatino, pero él sabe marcar una distancia con lo que es un estreno y lo que es la prudencia plasmada del arte de narrar:”El turpial salió volando por encima de los árboles, bajo aquel cielo azul, sin saber que un día iba a regresar al sepelio de su amo liberador, asesinado salvajemente, quien no tuvo tiempo de decirles adiós a sus amigos porque la prisa del tiempo fue más rápida que sus deseos”.(página 21).

Esta novela, es un viaje puramente nostálgico con características universales a través de las calles íntimas de Santo Tomás, donde el autor no solamente quiere llamar la atención sobre unos hechos luctuosos que encierran una gran verdad. VERDAD en mayúsculas que a estas alturas cinco años después del vil asesinato del galeno Nelson Mejía Sarmiento, resulta ser más escurridiza a la hora de puntualizarla, y estrangulada a su vez, por el tsunami de la impunidad que tanto daño le hace a la gente de bien sino que pretende además, incitar a los lectores a encumbrarse por encima de su propia reserva para contemplar “su alter ego”, más allá del tiempo y la distancia.

Con esta prosa límpida y estupenda, Roberto Sarmiento Fontalvo marca el itinerario temporal entre Ramón Molinares Sarmiento, Pedro Conrado Cúdriz, Aurelio Pizarro Charris, Julio César Lara Orozco, Tatiana Guardiola, Mario Molinares Sarmiento para hablar de los contemporáneos y los narradores anteriores de la patria chica como Manuel Eusebio Salcedo, Ricardo Pizarro, Paris Carlos Mejía Pizarro que hay que leer imperativamente bajo circunstancias alternas.Como corolario, agradezco en nombre de mis padres, esposa, hijos, hermanos y demás familiares del medico Nelson Mejía Sarmiento o el turpial Nelson Mejía, personaje principal de esta novela, el interés del autor para que futuras generaciones conozcan la dimensión de un hombre que entregó su propia vida por amor a una tierra que lo vio nacer, crecer, y lo más importante creo yo, para que su nombre se haga infinito en las distancias.

Eterna gratitud entonces, con el nuevo escritor que acaba de parir nuestra querida tierra tomasina: Roberto Sarmiento Fontalvo y, os invito a comprar su libro que resalta lo que en vida fue Nelson Mejía, quien entre otras cosas se encuentra en la parte trasera de este recinto. ¡No volteen que no está ahí! ¡Está en cada uno de nuestros corazones!
¡Gracias por su atención!
Barranquilla, 12 de septiembre de 2009

viernes, 21 de agosto de 2009

Poeróticos de TITO MEJIA SARMIENTO


BESTIA

¿Dónde está esa bestia
que guardabas celosamente
entre tus piernas?
Esa bestia preparada para el ataque, siempre.
La misma que devoraba todo
sin detener el minutero.

Ya no oigo su rugido
en la cima del sesenta y nueve,o es que acaso no quiere
dar la cara sin maquillajes
en el choque de besos.
¿Dónde está esa bestia
que se tragaba desesperadamente
la diadema de mi alentado sexo,
y que por la ondulación de su propia boca,
hacía derramar por los siglos de los siglos,
su pródigo banquete de espumas?

¿Dónde está esa bestia, pregunto
por enésima vez
mientras la noche cae sobre la imprecación de mi yo
como estampida inesperada?

¿Dónde está esa bestia,
su danza,
olor de hembra,
goce tuyo,
remedio mío, dónde?
¿Quién cruzará su piel
en el amanecer de sus felinos ojos?
¿Quién espiará el final de su espalda donde el amor
hunde sus zarpas?

¿O quién aullará eligiendo
en sus imantados deseos
de humillación eterna lo que resta de nosotros?

Bestia que engulle otras bestias
invitadas en la cama.
¿Dónde está, dónde?.

TITO MEJIA SARMIENTO


ESCALADAS
“Para subir al cielo se necesita una escalera grande…”
La Bamba - Nana Mouskouri
Para subir a tu alcoba
se necesita una escalera grande.
Vives
en lo más alto de una colina
y hasta allá llego,
lunes, miércoles y viernes,
incómodo,
sin adargas,
e igual a Sísifo,
caigo
en tus íntimas oquedades
de mujer,
mientras la ciudad abajo,
duerme sin tu voz
y en comunión con todos los silencios
que erizan a otros amantes
que como yo, intentamos sobrevivir siempre,
escalando muslos y senos
ante la mirada inquisitiva de la noche
que con su danza ascendente tampoco cesa.

TITO MEJIA SARMIENTO

CLEO, UNA MERETRIZ DE PRINCIPIOS
Asiste a misa sábados y domingos
para pecar de lunes a viernes.
La gente la mira con sorpresa
por ambos costados de la avenida de la nirvana.

Sé que la llaman Cleo, y debe de ser
por las facciones parecidas
a la reina Cleopatra.
De allí, la reducción de su nombre.

Casi nunca mira la hora
de su reloj de pulsera.
Está segura de que más
de un monstruo celeste
debe esperarla.

Cleo juega con cada uno de ellos
como los pájaros con el viento
o como la propia bala perdida
que penetra rauda en la hendija abierta
del sacrifico apremiante en las predecibles peticiones.

Además, ella sabe que en sus enaguas
tiene camuflado el implacable ritual
que hace derramar valle abajo
el equilibrio emocional de muda acrobacia
después de cada batalla.

Cleo, dama de días impropios,
sacerdotisa que revelas lo improvisto,
frecuencia nocturna,
sagrada presencia,
de tus besos
y los míos.

TITO MEJIA SARMIENTO


ONIRICA COTIDIANIDAD

Cierro mis ojos
y puntualmente llega ella
a la cita de mis sueños.
Esto viene sucediendo hace dos semanas,
Es insistente, supremamente insistente.
Si bien son alucinaciones como dice Ronald Laing,
también son engaños
que contienen una verdad existencial
que me lleva a una dicha remota
en todos los sentidos,
y a la misma fragua de Hefesto, diría yo.
Todo empieza como un ritual,
con un ligero beso
de parte y parte en la mejilla izquierda,
para ser más exacto.
Me declama al oído un propicio verso
para la ocasión de Gioconda Belli: “Y Dios me hizo mujer,
y tejió delicadamente mis nervios
y balanceó con cuidado
el número de mis hormonas”.
Después de aplaudirla,
le sello sus abultados labios con otro beso
que se prolonga por cinco minutos.
Entonces, me coloca el brillo desnudo
de su noche en mi boca
para que yo succione por completo
todo el titilar infinito de sus estrellas.
Como en un itinerario
que sabemos de memoria,
aparece la lujuria rotulada:
“Ábrete sésamo”-“Rimbaud entre mis piernas”-
“Te amo loco, Tito”-“No aguanto más”…
Y la penetro justo hasta cuando
un aguacero copular aparece
con toda la turbulencia de su fuelle.
De repente,
despierto turbado
en medio de la entelequia,
y capeo el temporal.

TITO MEJIA SARMIENTO




PAJA…RITO
Toco la puerta del baño
atraído por el olor
de mujer desnuda, pero no abres.

Toco una, dos, tres veces,
pero no abres.

Un caliente deseo
me invade
cuando imagino el jabón deslizándose
por la isla perfecta de tu cuerpo, pero no abres.

Media hora después
y cuando ya en mi mano derecha
se ha derramado la más secreta verdad
acumulada hace siete días,
sales como por arte de magia
con una toalla blanca
que cubre a medias tu piel,
y con una sonrisa cercana al remedo
que juega con la fogata en mis ojos
como si el juicio conclusivo
no tuviera dictamen.

TITO MEJIA SARMIENTO


I N S I N U A C I O N
Sigue la ruta
que divide mis senos.
Desliza tus antojos
por toda mi cintura.
Implacable, sé brutal si lo deseas
hasta que el zumo
te sacie con pasión.
Agiliza tus labios
por toda la espesura
de mi espalda.
Ahora cambia
tu rumbo hacia abajo,
cuesta bien abajo.
Y cuando
la intuición en mis pupilas
avise el desespero,
sin vacilación rompe
las cadenas
y penetra en lo más profundo
de la caverna
donde mi alma
izará el asta de la dicha, mi dócil cazador.

TITO MEJIA SARMIENTO



ASALTO A CARNE ARMADA

Arriba las manos
que esto es un asalto, le dije.
Entrégame tu boca primero.
Ahora desnúdate toda,
y cifra tu vida al azar, mujer.

TITO MEJIA SARMIENTO

lunes, 25 de mayo de 2009

lunes, 18 de mayo de 2009

POEMAS

PAJA…RITO


Toco la puerta del baño
atraído por el olor
de mujer desnuda, pero no abres.

Toco una, dos, tres veces,
pero no abres.

Un caliente deseo
me invade
cuando imagino el jabón deslizándose
por la isla perfecta de tu cuerpo, pero no abres.

Media hora después
y cuando ya en mi mano derecha
se ha derramado la más secreta verdad
acumulada hace siete días,
sales como por arte de magia
con una toalla blanca
que cubre a medias tu piel,
y con una sonrisa cercana al remedo
que juega con la fogata en mis ojos
como si el juicio conclusivo
no tuviera dictamen.
TITO MEJIA SARMIENTO

ANCESTRAL

En las terrazas de las casas
de mi pueblo,
los abuelos se entretienen
desde bien temprano,
aplaudiendo la memoria
hasta altas horas
de la noche.
Cuando regresan como un palafrén sin jinete
a sus almohadas,
estas les ayudan a recobrar
otras tradiciones como una foto
que seduce suavemente
en la geometría de lo bello
el cuerpo que jamás olvidan.

TITO MEJIA SARMIENTO


Tito Mejía Sarmiento
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MERETRIZ DE SANGRE INDIA



Mujer, efigie del deseo,
tu nombre se deshace sílaba a sílaba
todas las noches, de todas las formas,
en el lecho de los amantes
que como astrales
en galope de ardor y cardamomo
buscan tus piernas
y penetran en ti su dura existencia
para remover de un todo
sus propias pretensiones,
como si el mundo se sanara
en la alegría de conquistar el paraíso,
mientras tú, hembra poseída,
de sangre india,
dejas correr como un río
tiempo, vendimia y tristezas
en la curva del infinito.

Mujer, efigie del deseo,
nativa de donde las palabras
dejan de habitarte,
tus sueños se repiten
cada noche amando una y otra vida
con el alma rajada en un centavo
que se funde en tus arterias.

Mujer, efigie del deseo,
todavía una danza de espermas
gotea en tus piernas repletas de caminos
y en el ojo de la rosa
mientras tanto, la historia
espera definirse.
EL POETA FLACO DE LA ESQUINA AZUL

Soy el poeta flaco de la esquina azul,
el mismo ciudadano que en el alma
se le maduran los deseos,
amante de la soledad que bellamente
germina en todo su cuerpo.
Estoy a un metro con 87 centímetros
sobre el nivel del mar (soy una ola que se levanta a las cuatro de la mañana)
Escribo versos de contenido erótico
que me hacen encontrar
el lado luminoso de la vida,
un poco más allá de la oleada de tejados o del escarnio público,
esa máscara que se porta con delicia
y que pierde hasta el último vestigio de la ira.
Soy el poeta flaco de la esquina azul,
la bestia perfecta que secretamente
se sumerge en el espejo bien temprano sin herirle
antes de irse a intercambiar memorias de mediodía
con los amigos de cátedra que fieles
a sus dogmas terminan haciendo el trágico papel
de hombres sabios.
Soy el poeta flaco de la esquina azul,
amo a mis padres más que a nadie,
amo a mis hijos más que a nadie,
amo a mis hermanos más que a nadie,
el mismo que ha amado a más de mil mujeres
y las ha sabido olfatear más allá de su ropa interior.
Soy también el que ríe, sufre y llora,
y sabe perfectamente que sólo somos
un préstamo del tiempo atado a los semáforos de la vida.
Amo a las urbes, no sé de donde me viene esa costumbre,
y sus noches pobladas de versos que transitan por las alcobas,
esas alcobas donde precisamente no se pierde ni un detalle
del orgullo inconcebible
y se crea el cauce perfecto
que se amolda a la piel de los amantes.
Soy el poeta flaco de la esquina azul,
el que tiene los pies bien puestos sobre la tierra
( A pesar de que muchas veces hablo sólo )
y además, gran amigo de los perros
que defienden su territorio alrededor de la bazofia.
Quiero decirles que me cuesta mucho separar
la vigilia de los sueños de colosal memoria
mientras mutilo la luz de los primeros retazos del día.
Vivo en la cima del ahora
sin mentiras
sin miedos transparentes
y sin olvidar el pasado
que me ha ayudado a vivir,
a sentir que existo y lo que soy,
el poeta flaco de la esquina azul.
Tito Mejía Sarmiento
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PUEBLOS QUE SE LLEVAN EN EL ALMA
“ A mis amigos que nunca olvidaré”


Hay pueblos que se llevan
en el alma, pueblos como
--el de Ramón Molinares Sarmiento--
donde “un hombre destinado a mentir”
desfila libremente por sus calles bajo
las sombras de los árboles de mango,
y en donde la mujer que ama,
no apaga la luz para demostrar que
lo entrega todo absolutamente por amor
a los acordes de “el saxofón del cautivo”.

Hay pueblos que se llevan
en el alma, pueblos como
-- el de Pedro Conrado Cúdriz--
donde el ser arrojó su esperma en la vulva
de una “ emboscada de silogismos”
para ver “si el olvido tenía sus huesos”
o “en que instantes se crecían las rosas”

Hay pueblos que se llevan
en el alma, pueblos como
--el de Julio César Lara--
donde el temor no usa pasamontañas
y el pasado se niega a morir,
y en donde aquel que “ama, ama tanto,
regala sus ojos por amor
en la oscuridad rasgada de los viernes”.

Hay pueblos que se llevan
en el alma, pueblos donde
se le saca el paso al hambre
y en donde además, “solitarias almas
se descubren y se desnudan”
con los versos y pinceles
de Tatiana Guardiola Sarmiento
para que “no las esperen mañana”.

Hay pueblos que se llevan
en el alma, pueblos donde
el adiós no es infinito a pesar de la distancia
como le pasa a Aurelio Pizarro Charris,
fabulista que se dejó arrastrar
por un canto triste de fantasmas madrileños,
y “ahora vive hiriendo sus carnes
en una actitud de obligante indagación”
mientras el tiempo apacigua las auroras,
y yo contemplo embelesado
el sexo de la luna por la ventana de mi cuarto,
“sumando noches” como si se tratara
de una “crónica de los días”
en “el ojo ciego del planeta”.

Hay pueblos que definitivamente
se llevan en el alma,
profundamente en el alma: Santo Tomás.
Tito Mejía Sarmiento
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ASESINO

Soy aquel
que cuenta los pasos
y se redime al destino
mientras el silencio se despliega
en las fisuras de la oscuridad.

Soy aquel
que construye el aposento
de los elegidos de turno
mientras ondulan las hojas ebrias
del tiempo.

Soy aquel
que por su alma vuela un pájaro herido
desde cuando era un chaval
y ahora quiere recobrar memoria y sueños
maltratando las rosas
para la última velada.

Soy aquel
que aunque sigo restando vidas,
le tengo temor al animal consolador
de hipocresías que llevo dentro.

Soy aquel
que al regresar a casa
después del acto cumplido
suele decirse a modo de crítica
- Seguirás asesinando al extraño
que eres tú mismo -
Tito Mejía Sarmiento
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MOTIVOS DE FONDO

Nuevamente me visita Ícaro, el payaso de un viejo circo de la ciudad,y esta vez está molesto conmigo.No quiere decirme los motivos, pero creo intuir que, en su afán por subir más arriba del sol, sus alas jueguen siempre a derretirse. Y más abajo, inocentemente, mi risa, tu risa, la risa.
Tito Mejía Sarmiento
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M E T A M O R F O S I S

Amanecí extrañamente
convertido en ave migratoria,
y decidí en el acto, la travesía
por todos los océanos
como esclavo orgulloso de los vientos.
Desde arriba la vida es un milagro abierto:
La fruta madura, el hombre enfrentado al propio hombre,
una pareja haciendo el amor
en pleno parque, un campesino caído
en su fracaso, niños abandonados,
casas sangrando a puro dolor
y dejando oscuras y densas cicatrices en el alma,
y por supuesto, la sonrisa bajo el sol donde tú brillas.
Desde arriba se palpa todo,
excepto la bala que atravesó mi corazón
y quebró para siempre mis alas,
convirtiéndome ahora en parte
de un exquisito plato
del más famoso restaurante de Nueva York.
Tito Mejía Sarmiento
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EL LOCO SOY YO

Lo veo
por avenidas y calles
con su costal repleto
de emociones errantes,
echándoselo al hombro izquierdo.

Lo veo
encerrado en su cosmos
con un lucero de rabia en el corazón,
mentándole la madre al presidente.

Lo veo
con su trepidar dejando huellas entre aplausos
de la gente que oye
sus peroratas sobre la realidad
que se asoma para abrigarlo todo.

Lo veo
en los moteles imaginarios,
esperando un amor
que no llega
con sus vestidos desnudos
aunque el deseo sea solo un gesto.

Lo veo
de andén en andén,
quebrando los sueños
de las noches en mil pedazos
que entre otras cosas, se le despiertan bien temprano
sobre el cansancio de sus ojos negros.

Lo veo
por avenidas y calles
con su costal a cuestas
donde el peso del mundo le cae,
mirándome a los ojos,
y nos sumergimos el uno al otro
para luego absorbernos.
Tito Mejía Sarmiento
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ASALTO A CARNE ARMADA

Arriba las manos
que esto es un asalto, le dije.
Entrégame tu boca primero.
Ahora desnúdate toda,
y cifra tu vida al azar, mujer.
Tito Mejía Sarmiento
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ENTREGA

Domingo en la ciudad.
Afuera la lluvia cae torrencialmente.
Adentro las manecillas
de un viejo reloj
que cuelga en la pared de la blanca alcoba,
decorada para la ocasión,
señalan las cuatro en punto de la tarde.

Ella me saluda por el nombre
con ladina sonrisa.
Se quita la falda, la blusa, sus interiores negros
hasta quedar completamente desnuda
mientras me muestra además sin recato
sus salientes senos.

Mis ojos sin soltarse
de sus párpados se aturden
cuando Ella con una máquina de afeitar
en su mano derecha comienza
a depilar con parsimonia
los matojos silvestres del laberíntico sendero
que guarda el tesoro del pecado inconfeso.

De pie, Ella mueve sus caderas al ritmo
de una melódica liviandad
que desgarra el corazón en cada latido
de emociones rotas.
Miento si digo que no
estoy excitado y que mis ojos
no huyen por segundos de sus propios ojos
que me cubren de punzadas hirvientes.

Con la tenue luz del candil,
la sigo observando de pie con la lujuria
que envilece y ulula el pensamiento,
sin dejar de aparentarle ser
un ángel cuidadoso del amor
que ahora le lame por solicitud
su ombligo, su espalda, su…

Me dice que vuelva a hacerlo
sin importarle que alguien
escuche quizás sus maúllos de gata en calor.

Ajena a mi pedido, calla mis palabras
adueñándose de un beso, dos besos…
Y como el penitente urgido
y sin que nadie pregunte y responda,
comprendo que esos besos repetidos,
(esclavos de nuestros propios prejuicios)
son el preludio, los precisos instantes
de la unión, la entrega.
Entonces, con la fuerza del toro salvaje
y con la maniática intención de fustigar mis ansias,
logro PENEtrarla hasta lo más profundo de si,
derramando toda la carga,
carga emisaria de tanta perfidia
y de tanto realismo encorsetado.
Tito Mejía Sarmiento
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ADIVINANZA


Despierta
con el llamado de Séfora.
Criticado,
pero al final alabado.
No tiene voz
aunque narra
en primera persona,
y acompañado se ve
siempre
de una larga melena
y un par de granadas colgantes,
que detonan
cuando su cíclope ojo
se derrama en el fondo
de la piel
que se estira
sobre la vastedad de los deseos
en un vuelo tan cercano a lo perfecto.
Grueso leño
en alta mar que cada cuerpo
cuando mitifica el 69,
abraza por amor.
Digo
que no soy yo,
ni tú,
ni nosotros
sino él,
el mismo que penetra
con todo el imperio carnal
donde la raíz tiene su frontera
y siente entera su ansia
en humana forma.
Es él,
El mismo que cubre su calva
con el propio nombre
y que el espiral del tiempo,
arruga y funde
en pleno estuario
como aquel pájaro tormenta
de vuelo equivocado
que guarda las trazas en sus alas
por las noches cuando sueña.
Tito Mejía Sarmiento
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I N S I N U A C I O N

Sigue la ruta
que divide mis senos.
Desliza tus antojos
por toda mi cintura.
Implacable, sé brutal si lo deseas
hasta que el zumo
te sacie con pasión.
Agiliza tus labios
por toda la espesura
de mi espalda.
Ahora cambia
tu rumbo hacia abajo,
cuesta bien abajo.
Y cuando
la intuición en mis pupilas
avise el desespero,
sin vacilación rompe
las cadenas
y penetra en lo más profundo
de la caverna
donde mi alma
izará el asta de la dicha ,mi dócil cazador.
Tito Mejía Sarmiento
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SEMBRANDO SEMILLAS

Everything is possible sowing the seeds of love
(Todo es posible sembrando semillas de amor)
Esta frase de una famosa canción del grupo Tears for tears, conlleva un profundo sentido de responsabilidad de quienes se atreven a expresar a través de las distintas manifestaciones culturales sus vivencias, ya sea por medio de la literatura, la pintura, la música, la danza, etc. A veces nos afanamos por conseguir lo que deseamos, el amor, el trabajo y las cosas simplemente no llegan o no se dan. Tal vez cuando esto sucede es que no es el momento, o que aún es necesario algún tipo de aprendizaje para llegar a lo que se desea. Muchas veces los sentimientos que acompañan esta urgencia son de desánimo, impaciencia, desilusión... porque creemos que hay logros que definitivamente nunca los vamos a alcanzar o cargamos algún tipo de lastre que impide que lo que deseamos, llegue. Esta ansiedad produce dos cosas: abandono por un lado, cuando llegamos al punto de renunciar a nuestras ambiciones por otras más modestas y por otro lado, decisiones impulsivas y apresuradas, orientadas por un engaño mental, que nos lleva a forzar las cosas.

El papel de quien funge de maestro es guiar a sus alumnos haciéndoles entender que muchas veces las cosas de la vida aparecen como inconexas, sin una aparente relación y que es en el camino, y sólo en visión retrospectiva, como aquellas cosas que parecían no tener importancia cobran un sentido y una finalidad. De alguna manera se conectarán en su futuro. Tienen que confiar en algo – su instinto, su sino, su vida, su karma, lo que sea. Esta perspectiva debe mostrársele a todos los jóvenes artistas, y en especial a los poetas, como un camino a seguir para ir sembrando en la vida semillas de toda especie, cada uno sabrá qué necesita sembrar: amor, amistad, respeto, esperanza, etc. Sobre todo esperanza, cuando uno la siembra incluso sin saber qué es, algún día producirá y dará su fruto en aquello que deseamos y ambicionamos para nuestras vidas. A veces, factores externos pueden afectar este proceso y producir parálisis, esto es, dejamos de perseguir aquello que deseamos. Detenerse un momento e ir a pasos mientras se espera, puede significar que en un corto, mediano o largo plazo, una gran cosecha en el campo de esta vida nos espera.

Como colofón de lo anteriormente manifestado y en la búsqueda de la potenciación de los jóvenes artistas, he aquí una lista de aforismos de escritores presentada a manera de decálogo, conocidos algunos otros no tan conocidos, quienes a través de ellos expresan su pensamiento acerca del oficio del escritor y que pueden servir como aliciente en aquellos instantes en que les asalte la duda, el desaliento, la ansiedad. Este decálogo es arbitrario, por tanto puede adaptarse y aplicarse a todas las artes y se titula DECÁLOGO DEL OFICIO DE ESCRIBIR.

1. “Para ser escritor, basta con tener algo que decir en frases propias o ajenas”.
Pío Baroja, escritor español.

2. “Escribir es devolver al mundo a su estado original, expulsarlo hacia el territorio de lo que aún no ha sido nombrado”.
Jorge Esquinca, escritor y poeta mexicano.

3. “La tarea del escritor es una aventura solitaria y conlleva todos los titubeos, incertidumbres y sorpresas propios de cualquier aventura emprendida con entusiasmo”.
Carmen Martín Gaite, escritora española.

4. “Los poetas no tienen biografías, su obra es su biografía”.
Octavio Paz, escritor y poeta mexicano.

5. “Escribo para evitar que al miedo de la muerte se le agregue el miedo de la vida”.
Augusto Roa Bastos, escritor paraguayo.

6. “Escribir pese a todo, pese a la desesperación”.
Marguerite Duras, escritora francesa.

7. “El escritor original no es aquel que no imita a nadie, sino aquel a quien nadie puede imitar”.
Francois René de Chateaubriand, escritor francés.

8. “Escribo por el placer de contradecir y por la felicidad de estar sólo contra todos”.
Milan Kundera, escritor checo.

9. “El impulso que lleva al escritor a revelar su secreto forma parte de su oficio, que es comunicar”.
Mario Benedetti, escritor uruguayo.

10. “Pueden impedirte ser un autor publicado, pero nadie puede impedirte ser un escritor, o incluso ser mejor escritor cada día. Todo lo que tienes que hacer para ser un escritor es escribir”.
Katherine Neville, escritora estadounidense.

Finalmente, no olviden, sigan sembrando.
Lic. Julio César Castaño Bossio
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Yo no sé nada de poesía

Hace algunos días recibí una amable invitación del distinguido poeta y maestro Tito Mejía Sarmiento, en la cual me solicitaba, tal vez por mi gusto natural por la poesía, que coadyuvara un proyecto de creación poética entre estudiantes colombianos de décimo y undécimo grado de educación secundaria con el fin de celebrar el cincuentenario del INSTITUTO TECNICO NACIONAL DE COMERCIO. Honradamente confieso que entre las muchas actividades humanas que más admiración y respeto me merecen está la del quehacer poético. Estoy muy agradecido por haber tenido en cuenta mi nombre pero tuve que declinar este honor por razones que más adelante doy a conocer.
En realidad desde que leí “Carta a un joven poeta”, escrita en febrero de 1903 por el poeta austriaco Rainer María Rilke y dirigida al joven poeta Franz Kappuz, quien le inquiere sobre la vida y la escritura, me sentí impedido para juzgar la sensibilidad y la vocación poética. Sólo me atrevería a compartir e intercambiar algunas ideas y experiencias adquiridas durante mi trabajo como docente que espero sirvan de soporte a todos aquellos que se avientan a escribir. Siempre vivo con el temor de herir con mis palabras críticas a un poeta en cierne y que mis interpretaciones equívocas lo vayan a frustrar.

De lo que si estoy plenamente convencido es de la necesidad que tiene todo joven escritor de vivir y formarse en la sociedad de la información y del conocimiento lo que implica no sólo una alfabetización tecnológica, sino también potenciar aquellos valores que fomenten la comprensión, la colaboración y la sensibilización con otras culturas, despertando un espíritu crítico ante la sociedad de consumo, el racismo y la violencia. Un medio eficaz es la comunicación oral y escrita que permite impulsar la creatividad y el humanismo, exteriorizar nuestros problemas e inquietudes y compartir nuestras vivencias. Dentro de este marco de referencia, las distintas manifestaciones culturales (la literatura, la pintura, la música, la danza, etc.) son los canales comunicativos apropiados para el acercamiento y conocimiento de las diferentes culturas que pueblan el mundo.

Consciente de que el maestro juega un papel decisivo en el fomento de la cultura, el INSTITUTO TECNICO NACIONAL DE COMERCIO ha querido, durante la celebración de sus primeros cincuenta años formando personas con valores y útiles a la sociedad, realizar este proyecto que busca reconocer a jóvenes estudiantes de todas las regiones del país que quieran mostrar sus obras poéticas. Sea esta una oportunidad para fortalecer los lazos de afectividad que caracterizan al pueblo colombiano.

Concluyo estas líneas retomando a Rilke quien ante las preguntas e inquietudes planteadas por el joven poeta, respondía: Nadie puede aconsejarlo ni ayudarlo, nadie. Solamente existe una manera: entre en sí mismo. Descubra el fundamento que lo lleva a escribir… Busque en lo más profundo de sí mismo la respuesta. Y si ésta es afirmativa, si enfrenta esta grave pregunta con un seguro y sencillo “debo”, siendo así, edifique su vida conforme a tal necesidad: su vida, aún en la hora más insignificante y pequeña, debe ser signo y testimonio de ese acto… Una obra de arte es buena cuando surge la necesidad de crearla.
Lic. Julio César Castaño Bossio
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¿Para qué sirve la poesía?

Al tenor de las palabras expresadas por el eminente neurocirujano Rodolfo Llinás, en su visita a Bogotá hace algún tiempo, puede, encontrarse una posible respuesta a la pregunta que titula este artículo. Vale la pena decir que esta pregunta que muchos se han formulado, desde hace largo rato, fue el eje central del debate organizado, también en tiempo pasado y en Bogotá, por la revista “El Malpensante” con la participación de Jotamario Arbeláez y otros amantes de la poesía.

En sus atinadas opiniones, el destacado científico da una muestra del porqué hizo parte de la Comisión de Sabios que conformó el gobierno del Presidente César Gaviria (1990 – 1994) junto a otro insigne colombiano, Gabriel García Márquez y cuyos frutos nunca fueron, desafortunadamente, apropiados por nuestro sistema educativo.

Rodolfo Llinás es un convencido de que la educación de los niños debe cambiar, por ello esbozó propuestas claves que nos indican la importancia del entendimiento como base para el aprendizaje y el papel del maestro como guía que enseñe al niño a aprender y, en especial, a pensar. Para ello invitó a los maestros y líderes de la educación, presentes en el auditorio, a quitarse el “cinturón de seguridad” para que pudieran recibir los mensajes en forma desprevenida, con la misma “virginidad” con la que aprende un niño.

Y, ¿qué relación habría, se preguntarán ustedes, entre el mensaje anteriormente expresado y las elucubraciones que el poeta Jotamario Arbeláez y los demás asistentes al debate posiblemente manifestaron sobre el servicio de la poesía? Tal vez, mucha o ninguna, de acuerdo con la criticidad conque se analice. Definitivamente la realidad está en condiciones de ser cuestionada por el ser humano (sujeto cognoscente) para esto se necesita tener el sentido real de la totalidad dentro de la cual se contextualiza y desde la que se pretende transformar los planos de la conciencia. Le preguntaron cierta vez a Jorge Luis Borges: ¿para que sirve la poesía? y él respondió: ¿y para que sirven los amaneceres? Igualmente Jaime Sabines afirmó poéticamente: la poesía sirve para sacar la flor de las cenizas.

Muchos escritores han expresado desde siempre lo que para ellos significa la poesía. Y en sus opiniones miran al mundo en su estado original para luego nombrarlo con frases propias o ajenas en una aventura solitaria que conlleva a todos los titubeos, incertidumbres y sorpresas que ayudan a entenderlo. Colijamos entonces que cuando lo entendemos con la razón, hay ciencia. Cuando lo entendemos con los sentimientos, hay poesía. Ambos caminos conducen, seguramente al niño, hacia el aprendizaje.

Abramos, entonces, las puertas de la ciencia a los niños para que no los emasculen intelectualmente y así entiendan las maravillas del universo. Abramos igualmente las puertas de la poesía a los niños como una forma de acercarse al mundo desde lo espiritual. Seguro que así contribuiremos a la formación científica de los niños y, al mismo tiempo sabremos, para qué sirve la poesía.
Lic., Julio César Castaño Bossio
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SÁBADO ERÓTICO (Tomado de LA LIBERTAD)

Hoy sábado en el Teatro Amira de la Rosa desde las 9:00 de la mañana estaré en primera fila disfrutando de la II parte del Festival de la Poesía Erótica, organizado por la Sociedad de Escritores del Atlántico, evento de singular importancia para el género lírico teniendo en cuenta que los registros literarios del elemento erótico son escasos y tímidos en la poesía colombiana y, el panorama es más desolador en la lírica femenina.

Esto hace más cautivante escuchar a poetas abuelas, madres, y jovencitas, algunas en sus primeras travesías literarias, otras con mayor experticia empleando mágicamente la sensualidad propia de la mujer caribeña, cantando a los rituales del goce erótico, con la sugestión de imágenes, olores, escenas íntimas desde los hilos de la redención y de la búsqueda con una renovada visión frente a un tema en que el tabú reina.

El desafío de una escritora de derribar la veta invisible frente al ejercicio poético desinhibido impuesta en el medio no es fácil, es una barrera que subyace en el lector promedio, en la familia, pero para tomar distancia entre la persona que encarna el escritor y lo que escribe está la voz lírica, cuyo sentido es desgarrar sentimientos, versos sin límites que no minimicen sexos, no callen los impulsos más humanos y el artista se multiplica en mil caras, la de una "Gata en calor" en versos del poeta Tito Mejía o a la pureza y el candor de la infancia, o la nostalgia de lo ido, etc.
Sin embargo, para el hombre poeta los códigos de censura son menos implacables; prevalece el machismo al apreciar una obra poética, la visión del poeta descriptivo de placeres no ubica en la misma balanza a la mujer escultora de versos eróticos. Se requiere un lector exigente que trascienda prejuicios y morbo y sucumba con altura a la calidad literaria de la propuesta.

El arte y la literatura desde la antigüedad clásica estuvieron plagados de erotismo… al culto a Afrodita y otras divinidades eróticas, y fue inspirador de uno de los más bellos poemas del mundo, "El Cantar de los Cantares", aún con poetas de la época como Teocrito, Herondas y Calímaco.

Sin embargo, la noción cristiana del pecado tiñó durante la Edad Media, de un estigma perverso a todo lo relacionado con la vida sexual, desencadenando un conflicto entre el instinto sexual y su represión, marcada en las pocas autoras femeninas quienes ocultaban su identidad en el de un hombre para poder expresar lo prohibido para ellas.
La moral judeocristiana en la cultura occidental, condicionó una exquisita clandestinidad de este estilo, pero existen universalmente otras culturas en las que las emociones sexuales femeninas no son aceptadas abiertamente y contribuyeron a la aridez del terreno de la poesía erótica que debía concebir la riqueza testimonial de la esencia femenina y masculina, dada su fértil conexión natural e instintiva.
La poesía erótica abre amplias posibilidades de sublimación al ser sexuado, a las artes amatorias y a la entrega guardando distancia con la obscenidad y la pornografía.
Por TATIANA GUARDIOLA SARMIENTO
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