miércoles, 23 de noviembre de 2011

POEMAS GANADORES DEL SEXTO CONCURSO NACIONAL DE POESÍA ESTUDIANTIL INSTENALCO 2011


Primer puesto entre 82 paraticipantes del Concurso Nacional de Poesía Estudiantil Instenalco 2011

Santiago González García, alumno de undécimo grado del Colegio Bilingüe Santa Marta (Magdalena)




Tu Sal en mi Café


Aun yo sigo siendo la sombra de un pecado
la vida me ha moldeado y me ha enseñado a vivir.
La casa de mis abuelos, las vecinas del barrio
Mi corazón ya se ha oxidado y se ha olvidado de sentir.

Aún sigo esperando tu llamada en las mañanas,
una carta inesperada con la lluvia de abril.
La mirada descarada, los reyes de mi baraja,
unas hormonas que nos matan, una flor en tu misil.

Una lluvia de canciones, un edificio sin balcones,
una esperanza tartamuda, una razón para vivir.
Un complot de sensaciones, tú sal en mi café.
Aún no sé si el amor es un juego o jugando me enamoré.




A Pares y Nones



Me cuesta vivir una vida de pares y nones,
de caricias y tirones o de cuervos y dementes.
Soy tan absoluto que ni tus uñas me rasgan,
y tan vulnerable que me dedico a construir mi suerte.
Tan amargo que los limones se me acobardan,
y a veces tan dulce que me empalago.
Sé dónde voy, mas no sé que habrá en ese lugar,
donde todo es preciso, donde los rodeos son pocos,
donde las horas no están de prisa,
donde todo lo que toco se vuelve oro.
Me gusta presentir que vienes,
con tus pasos sonoros que mueven el piso,
con tu cuerpo de esfinge y tus alas de hada,
con tus labios rojizos y tus pirámides exactas,
cada cosa que coges se te cae de las manos
y eso me encanta, porque abajo está mi telaraña,
atado entre tu pelo, colgándome de todo…
No te fíes demasiado, soy una bomba que estalla.
No quiero cambiarte, no soy cirujano.
Tengo mi lado bueno, tengo mi lado malvado,
nunca elijo el camino corto, me gusta el más largo,
me agrada ser un rufián que aprende de lo amargo.

Por eso entiende que en mi vida hay rollos
y los minutos me persiguen y me alcanzan,
y los días son pocos y rotos.
Por eso todo logra ser mundano, nada es del cielo.
No soy de los que da vueltas, yo voy al grano
y entro y salgo, como el sol en el lago.

Quimeras


Quiero recorrer como ciclista la pista de tu ombligo
que gira al ritmo de mi chacra superior.
Quiero caer como cascada desde tu meridiano de Greenwich
hasta tu línea del Ecuador
y así bajar chocando con cada piedra.
Quiero surfear entre tu lengua que me esquiva y me enreda
y envolverme en cada ola de tu pelo.
Quiero encontrarle el final al laberinto de tu oreja
explorando de adentro hacia afuera
hasta perder el camino.
Quiero caminar por tus colinas de nieve
que me guían hasta el borde del abismo.
Calarme hasta el calcio del hueso más lejano
y en el lugar menos pensado,
construir nuestra casa.
Quiero ir mar adentro buscando otra playa
y en tus orillas livianas hacer castillos de arena,
cavar hasta que salga agua en un lugar de tu mente
y así de repente,
quitarnos la piel.
Quiero nunca jamás envejecer,
porque si te veo otra vez ya no será conmigo
y de a poco que me engancho al destino,
que es un vil competente
para esta manada de quimeras.
Si me preguntan que donde has estado
diré que en algún lugar del olvido.
La inconsciencia sabe de distancia,
el corazón de martirios
y mi amor solo sabe estar contigo.


Olvidarte


Sacarle las espinas a mi corona,
desatar el nudo de un ombligo,
pintar transparente mis derrotas,
tomarme con la muerte una copa de vino.
Jugar al escondite con el diablo,
apostarle a un Joker mi destino,
atar con alambre nuestras manos,
fumarme de día diez mil cigarrillos.
Quitarle a la noche su traje de estrellas,
llenar cada cráter que hay en la luna,
cortarle la sangre a un corazón que late,
quitarle los ceros a una fortuna.
Sacar de la fuente una moneda,
mirar a la Venus de reojo,
hacer que el pulso vaya a destiempo,
devolverle la pierna a un cojo.
Quitarle un colmillo a un cancerbero,
planchar las curvas de las dunas,
ponerle al sol un parche de cinta negra,
decirle a un artista que no haga locuras.
Correr desnudo en un centro comercial,
revivir en un hospital,
manchar la sangre azul de los reyes,
robar el banco de los peces.
Quitarle a Dios su trono,
expropiarle a Neptuno su tridente,
cambiar una llanta sin poner los conos,
robar más que un presidente.
Lucir feliz después de un accidente,
gritar y no hacer ruido,
sacar de la cárcel a un inocente,
corregir a un pervertido.
Encontrarle el fin al infinito,
perderte en los cojines del sofá,
descifrar los códigos egipcios,
cambiarle a un convicto su manera de pensar.
Separar a los Estados Unidos,
hacerse pasar por talibán,
comer del fruto del árbol prohibido,
pelear con un soldado de la OTAN.
…Todo esto es más fácil que olvidarte a ti.


El Sujeto

Tu corona de cristal te endiosa
como la reina de las galaxias,
al compás de tus ojos de hilo
que me envuelven y me cosen.
La veracidad con la que tallas
tu nombre en mis ganas,
y tus ganas que me seducen
hasta perder la talla.
Nos vinimos a ver fuera de foco
envueltos en nuestras bajas pasiones,
pisé el acelerador, nos chocamos un poco,
por fin, Aquiles me quito los talones.
Me baje en la estación de los incompletos
y le negocié tu amor a cualquier cliente,
tu corona la cambié por un par de rupias
y tus ojos de hilo por las monedas de la fuente.
Dejé mi sombrero en la recepción,
y mi maleta en el hotel de aquel día,
le alquilé a ninguna mi corazón,
vino cualquiera y se robo mi alegría.
Una buena noche de noche buena,
iba en bicicleta por la senda de las serpientes,
te vi a lo lejos, me distraje y me choqué,
Aquiles me devolvió mis talones de burgués.
Entonces agarré todo mi esqueleto
y pedaleé hasta chocar con tu cara de arlequín,
eras ninguna y eras cualquiera,
le devolviste todo a este sujeto parlanchín.

SEGUNDO PUESTO: Danny Acosta Gómez,alumno de undécimo grado del Colegio Libertador Simón Bolívar

SALMO DE LA SOGA QUE YA EMPIEZA A APRETAR MI CUELLO

Abridme, señor,
tal puerta del infinito.
¡Ah! Ebrio estoy de silencio
y de pastel de noche.
Aquí te estaré esperando, señor,
aunque no llegues
rodeado de tus ángeles malvados
con sus cantos de telaraña azul,
a reventar el nudo simple de mi soga
que ya empieza a apretar mi cuello.

TESTAMENTO

Para ti mis nostalgias
para el pescador mi noche oscura
mi soledad no la dejo a nadie
que me hará falta
bajo el canto azulejo,
Tarantarantulona.

UN DIA CUALQUIERA

Un día cualquiera
tuvimos un sueno extraño,
un día cualquiera
sin querer despertarnos,
un día cualquiera
volvimos a conquistar el sueño;
una noche, un lamento,
una sonrisa fría.
Ya no soñamos.



INTEGRO

Mírame, tócame…
Hombre soy.


ENTRE LA LUNA Y EL SOL

Entre la luna y el sol
una distancia corta
un vuelo inexorable
entre tú y yo
lo mismo y lo contrario.


TERCER PUESTO: KEISY PAOLA DURÁN CELEDÓN, alumna de undécimo grado del C.E.C. Olguita Emiliani de Barranquilla.

Lluvia

Otra vez la lluvia.
Las gotas caen sobre la mañana.
Todo es gris, pero en el jardín algunas flores irradian sus brillantes colores.
Es invierno, pero mi corazón es de fuego.
La tristeza no habita dentro de mí.
Así la lluvia no pare de caer, aunque sus pesadas gotas parezcan lágrimas, mi alma salta de alegría.
Mi alma vuela como ese pájaro mojado que desafía la tormenta.
Es invierno pero mi corazón es fuego y sus llamas todo lo cubren.

EL viaje

Viajar es desplazarse, ir de un lugar a otro y ser el mismo siempre.
Es cambiar de estación y ser aún más libre.
Viajar es mirar el paisaje y grabarlo en la memoria como una fotografía.
Es volar, atravesar un río, tomar una larga y oscura carretera.
Yo viajo para llegar a mi destino.
Lo hago todos los días: al mirar al cielo, al leer un libro, al mirar a tus tranquilos ojos…
Yo viajo sin equipaje, a cualquier hora y hacia un lugar distinto.
Viajo en un tren que no se detiene.
Viajo con la esperanza
de que en el sitio más lejano siempre tú me estés esperando.


Tierra de nadie
A Colombia

Tierra de nadie.
Tierra alejada.
Donde la soledad reina.
Donde el niño calla.
Donde el ave vuela, sin rumba ni morada.
Donde el viento sopla a tus viejas casas.
Donde la paz es eterna y la muerte inesperada.
Donde un río de sangre corre y el amanecer es la esperanza.
Nunca nadie te ha mirado de forma tan callada.
Porque algún día dejarás de ser la tierra de nadie, la tierra alejada.
Canción de domingo
Despierto temprano y canto mi canción de domingo.
Es una tonada que habla de los días felices, de un mundo donde el amor es posible.
Gira el sol y todo se llena de luz: mi poema, mi casa, tu alma.
La música es un coro de pájaros, de niños que corren jugando,
de amores que dicen ser por siempre.
Celebro este día como el primero y el último,
el domingo es un musical,
es una película animada,
es el patio lleno de voces, la canción infinita del viento.

Carta de despedida

Casi anochece, el árbol de almendro parece un enorme fantasma desde aquí.
Estoy sentada en la ventana que da al patio.
Mi madre duerme, todo está en silencio.
Te escribo a media luz, debes estar lejos,
y estas palabras a lo mejor nunca lleguen a tus oídos.
Ha empezado a llover nuevamente,
el tic tac de las gotas acompaña mis latidos.
Escribir es mi destino, la poesía es mi vehículo.
Debo seguir el camino que se me traza,
debo nombrar a la belleza con las palabras correctas: mar, tempestad, amor y fuego.
Debo terminar ya, debo despedirme,
mis huellas son luminosas, ya sabrán donde encontrarme.

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