¡Maldito
Alzhéimer, aléjate ya de mi familia, por favor!
Por
Tito Mejía Sarmiento
Desde hace más de tres décadas
esta degenerativa enfermedad ha golpeado y llevado a la tumba a más de 15
miembros de mi familia tanto paternal como maternal y lo más sorprendente, es
que todavía no quiere desprenderse de nuestro seno familiar. ¡Lo sigue succionando
cuan láctico es!
El más reciente caso es el de
mi tío Néstor Mejía Pizarro, un hombre ilustrado en toda la extensión de la
palabra: ingeniero forestal, abogado, políglota y escritor, quien en una de esas noches de
diciembre del año 2017, se acostó
leyendo un libro, cuyo título sus hijos e hijas no quieren recordar y al día
siguiente, se levantó bajo un carnaval de sonrisas que hasta ahora no ha podido
domar ningún especialista en Neurología... Mi tío Néstor permanece obnubilado
por el Alzhéimer, sonriéndole a su nueva forma de vida. Otro caso es el de mi
hermana Bertha Mejía Sarmiento, quien desde hace año y medio se baña en el
piélago de este, hasta ahora incurable padecimiento.
En estas noches de frío que rila el alma, te
manifiesto, maldito Alzhéimer, que conmigo sí te vas a joder porque mis
neuronas están fortalecidas no por la raíz de mi madre, quien también atontaste
y mataste sino por la de mi padre César Eurípides Mejía Pizarro, quien vivió 96
años con una lucidez superlativa envidiable.
Sin embargo, escarbo el viento en el boscaje
de las sábanas como una
fracción del enigma en el pendulante cielo agazapado de mi memoria,
y te digo con vehemencia que te alejes de mi familia.
Soy uno de los sobrevivientes al que no va a hacer fácil
tocar a su puerta, me cuido, pero como
es lógico sigo con mis miedos aglutinados en esta espaciosa jungla de la memoria que devora. ¡Vete
maldito Alzhéimer!, que aunque gima en el aire el profundo dolor de los
misterios, un familiar arrodillado en casa, no dejará de hacer sus jaculatorias
al cielo para que cese tu acoso de fuego, fuego que arde en medio de la lerda
ansiedad encarcelada de silencios,
mientras la luna hace su paseo desprevenida sin verbalizar una frase.
¡Aléjate ya, te lo ruego
mientras llenamos el vacío de las palabras olvidadas!
Vete ya, porque el tiempo al
fin y al cabo no borrará las huellas de los nuestros, aunque surquen las horas
y concibamos un dolor diferente al de los
Griegos, quienes con su último muerto bañaban en las profundidades del Lethe, uno de los cinco ríos del mundo
subterráneo, para olvidar todos los
recuerdos terrenales y, en donde las palabras se tejían sobre las propias
cenizas, mientras los trastos de la aurora
se insinuaban como una esfera
extrañada de la realidad mitológica.
¡Aléjate,
aléjate ya, maldito Alzhéimer de mi familia!
° El Alzheimer (al-SAI-mer) es una enfermedad cerebral que
causa problemas con la memoria, la forma de pensar y el carácter o la manera de
comportarse. Esta enfermedad no es una forma normal del envejecimiento.
El Alzheimer es la forma más común de la demencia. Demencia
es un término general para describir la pérdida de memoria y de otras
habilidades intelectuales y es tan severa que interfiere con la vida cotidiana
del individuo. El Alzheimer representa del 60 al 80 por ciento de los casos de
la demencia.
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