domingo, 5 de julio de 2015



¡Ciudadanos hacen justicia por su propia cuenta!

¡Mucho cuidado con esa bomba de tiempo!

Por Tito Mejía Sarmiento




Por falta de credibilidad en las autoridades de nuestro país, las personas están tomando justicia por sus propias manos ante la presencia de cualquier acto delictivo, y esto a decir verdad, está trayendo consecuencias desastrosas. Lo más grave de todo, es que en algunos casos la fuerza pública, por ejemplo salva de las golpizas a algunos delincuentes, ladrones…, pero los dejan en libertad por falta de evidencias para judicializarlos por sus delitos y fechorías, lo que hace que el círculo vicioso de la impunidad sigue rondando estos hechos a diario en muchas ciudades de Colombia, mientras el tiempo expectora su amenaza y las aves en sus extensos vuelos se están llevando la paciencia de las gentes de bien que aún quedan en esta nación.


En los noticieros de televisión, redes sociales, casi todos los días abundan los videos de intentos de linchamientos a supuestos ladrones en diferentes ciudades de Colombia, donde turbas de personas neutralizan al hipotético delincuente para ajusticiarlo por su cuenta.


Según varios expertos en temas de seguridad, aseveran que la gente asume este tipo de actitudes “porque ya está cansada, porque las autoridades no están haciendo su trabajo”. “Cualquier ciudadano, frente a un hecho en flagrancia de algún delito, puede detener al delincuente”. Sin embargo, recomiendan que lo que deben hacer las personas, inmediatamente después de aprehenderlo “es ponerlo a disposición de las autoridades competentes como la Policía y la Fiscalía”.

El problema de asumir la justicia por las propias manos está, según Leonardo Díaz, psicólogo de la Pontificia Universidad Javeriana, entrevistado por el periódico El Tiempo la semana pasada dejó entrever que “no es moralmente aceptable porque para eso las comunidades humanas hemos delegado, en las leyes, la aplicación de la justicia”.

“Lo único que se logra con este tipo de actitudes (los linchamientos) es que el delincuente se cohíba, pero, una vez superado ese miedo, puede volver a incurrir en el delito. Esto significa que aunque el individuo se golpee de manera brutal, como se aprecia en los videos, su comportamiento no va a cambiar “concluyó Díaz.

Muchas personas entrevistadas por este servidor en las calles de Barranquilla, hace 3 días conceptuaron que el estado colombiano se muestra indolente ante esta situación, que ya están cansados de tanta inseguridad en las casas y fuera de ellas.

Pero también es bien cierto, pienso yo acá muy humildemente que la justicia por mano propia no debe confundirse con el derecho que tiene una persona de defenderse ante una agresión hacia ella, a un tercero o a uno de sus bienes. Si el damnificado detiene al agresor configura un caso de arresto civil. Ello está previsto dentro del derecho cuando la autoridad no está presente. ¡Mucho atención amigos gobernantes que la luna saborea su reflejo, mientras alguien acecha el paso nervioso de las malas horas!